sábado, 20 de agosto de 2011

85% de la Policia Nacional del Perú es corrupta


Ayer se instaló el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC) y a diferencia de años anteriores, está presidido por el presidente Ollanta Humala, con el objetivo de tomar medidas y estrategias concretas contra la criminalidad que ha crecido casi 400%, en los últimos cinco años, además de eliminar la sensación de inseguridad de la población.

Sin embargo, hay un punto que el gobierno debería tomar en cuenta: “Si la delincuencia común está creciendo es que la policía no está cumpliendo bien su trabajo y eso necesita un cambio radical que consiste en una reorganización total”, señala el abogado y ex Director General de Asunto Interior del Ministerio del Interior (Mininter), Freddy Vicente Montes.
Para el especialista, “las medidas que se están adoptando son interesantes, pero se debe tocar temas de fondo siguiendo cifras e investigaciones que desde el 2005 señalan que el 85% de la policía es corrupta. Una de estas conclusiones las reveló el Programa Umbral Anticorrupción antes de iniciar su trabajo en el Perú, por ejemplo”.
A partir de esa fecha, “el referido ministerio comenzó a trabajar con el apoyo norteamericano, una serie de actividades para reducir esa alarmante cifra que comprometía al cuerpo policial en general. Sin embargo, esto no se concretó debido a la resistencia y negativa de los mismos efectivos que, por ejemplo, no lo veían con buenos ojos pues eran programas de ética, gestión pública y transparencia”.
En muchos casos se seleccionaban grupos de 45 participantes de la policía. Se comenzaba con 30 y al final solo iban 15 efectivos. Es más, se realizaba cursos especializados para los miembros de la Dirincri, en interrogatorios de testigos y de delincuentes, y un mejor manejo del Código Procesal Penal. En el caso de la policía antidroga, se le daba cursos referidos al lavado de activos, por ejemplo.
Sin embargo, para Vicente esta “inversión y trabajo se fue, y siempre se va al agua” debido a que cada año los policías rotan de lugar de servicio. Eso quiere decir que los capacitados se van a cuidar una torre de alta tensión, de chofer de algún general o a alguna comisaría.
Pero eso no es todo. La época de ascensos es otra cosa, pues a partir de agosto la policía comienza a preocuparse en su nuevo grado y no en la seguridad ciudadana. Es más, muchos piden licencia para estudiar, para buscar a coroneles, generales y demás padrinos generando una corrupción interna. Otro tema es la colocación de enero. “En total, los policías solo trabajan seis meses al año”, dice el especialista.
Otro ejemplo es la corrupción que generan los altos mandos oficiales. Por ejemplo, si quieren celebrar el cumpleaños de la esposa, exigen a los comisarios de la jurisdicción a conseguirle media res, si es el caso de Yerbateros o 50 pollos si es San Luis, por el caso de los camales. Esto es carta libre para hacer lo que quieran con la autoridad.
“En el caso del personal policial de tránsito, nadie sabe qué hacen con los 6.5 soles que les otorga la institución como rancho, pues les dan una basura de dos soles. ¿Quién se queda con el resto de dinero de los que descansan? Todo queda para el comisario”, asegura el exfuncionario ministerial.
Advierte también que es impensable que un coronel o un comandante que gana tres mil soles tengan una- ¡y hasta tres!- camionetas 4×4, más una combi y un ómnibus; o que un coronel con un sueldo de cinco mil soles tenga una casa en La Molina, con piscina incluida. “No podemos ser ciegos a esta realidad, y más cuando encontramos medicinas de hospital policial en una clínica privada”, dice Vicente.
Agrega que otro ejemplo claro de esta corrupción es que apenas llega un comisario, los primeros que lo abordan son los empresarios que exigen un patrullero para su zona. ¿Y el resto de los ciudadanos no merecen un trato igualitario en las calles? Y eso que no se toca a los choferes totalmente indocumentados que circulan por la ciudad impunemente.
CAMBIO RADICAL
Colombia es un ejemplo cercano y claro de que sí se puede hacer una reorganización policial. “Se trajo abajo al 70% de los altos mandos oficiales y un solo general tomó la rienda del cambio y lucha contra la corrupción que consistió en darle una mejor calidad de vida al personal policial, en salud y acceso a la vivienda”, señala Vicente.
La policía de Nueva York también se declaró en reorganización en el 2005. Evaluó a 45 mil efectivos y se quedó con un grupo al que le exigió un compromiso, pero les dio un nuevo parámetro de trabajo. En Chile se hizo lo mismo hace 20 años y hoy los carabineros son un ejemplo mientras que en Georgia (Europa) se está realizando una reforma drástica.

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