martes, 15 de noviembre de 2011

La Oroya sale de las tinieblas



Alcaldes, trabajadores y representantes vecinales piden al gobierno interceder para la recuperación de la ciudad minera y claman un proceso justo a Doe Run en Indecopi.

Los más de 100 mil pobladores de La Oroya ven con esperanzas la posibilidad de que el Complejo Metalúrgico se reactive, luego que el Ejecutivo anunciara que una Comisión de Alto Nivel se encargará de analizar y resolver, en cuatro meses, el problema de la empresa Doe Run Perú.

La otrora ciudad cosmopolita y emporio minero, que durante estos últimos años languidecía sumida en la contaminación y la suspensión de las operaciones del centro metalúrgico de La Oroya, principal fuente de empleo de la zona, ve ahora renacer sus esperanzas, ante la creación de la citada comisión.

La población se mantiene expectante de los resultados de la labor de la comisión y se mantiene expectante ante la posibilidad de que la empresa Doe Run Perú pueda reiniciar sus operaciones y, con ello, garantizar el empleo de más de cinco mil trabajadores, 16 mil subcontratistas, la reactivación del comercio y otras actividades económicas y el cuidado del medioambiente.

A cuatro horas de Lima, avanzando 175 kilómetros por la Carretera Central, está La Oroya, una ciudad de geografía agreste y rica en minerales que en 1922 se convirtió en el centro metalúrgico cuando Cerro de Pasco Cooper Corporation inició sus actividades. A partir de entonces, su población vive en torno a las necesidades de esta fundición.

En 1997, la empresa Doe Run Corporation compró el Complejo Metalúrgico y tras largos años de adecuación ambiental e inversión, afirma haber logrado constituir una empresa rentable, como eje de la dinámica económica regional.

Con 100 mil habitantes, La Oroya tiene como principales actividades la minería, la metalurgia y el comercio, pero viene languidenciendo en los dos años y nueve meses que el Complejo Metalúrgico lleva paralizado, por lo que los dirigentes y pobladores consideran argucias judiciales y maniobras políticas del gobierno de Alan García.


El distrito de Santa Rosa de Sacca alberga a 20 mil habitantes, y de estos casi el 50 por ciento dependía del Complejo Metalúrgico de La Oroya.

Carlos Arredondo, alcalde de Santa Rosa, afirma: “(La paralización) Ha afectado directamente porque en Santa Rosa de Sacca está el 50% de los trabajadores de Doe Run Perú, e indirectamente afecta al comercio, cuya reducción ha generado la migración de la gente, el cierre de empresas y, lo más preocupante, la deserción escolar”, dice.

“El Colegio José María Arguedas es el más grande y tenía 1,200 alumnos, pero ahora solo asisten unos 200, pues entre 500 y 600 alumnos se han trasladado a otras ciudades acompañando a sus padres y otros, simplemente han dejado de estudiar”, refiere Arredondo.

RENACE LA ESPERANZA

Precisa que La Oroya está por convertirse en una ciudad fantasma. “La paralización del Complejo Metalúrgico ha determinado a que La Oroya tenga que vivir en estos momentos un caos económico y social que afecta a la población”, explica.

Pero en medio de este panorama desolador, el alcalde distrital, con una suerte de esperanza desconfiada, espera que la Comisión de Alto Nivel anunciada por el Ejecutivo le devuelva vitalidad económica a la otrora ciudad próspera y cosmopolita de La Oroya.


“Yo saludo esta noticia y la predisposición que tiene el gobierno del presidente Humala que en su última visita a nuestra región dijo que a partir de 2012 quiere quedarse 15 días en la ciudad de La Oroya para buscar una solución al problema del Complejo Metalúrgico y sus trabajadores”, dice.

GOBIERNO APRISTA
“Durante el gobierno aprista, este caso pasaba por una decisión política pero ahora tenemos un gobierno más predispuesto a trabajar y sumado con esta comisión donde espero que no sea una más de las tantas que se formaron, esperamos poder resolver de la mano con el gobierno los problemas que afronta La Oroya”, declara Arredondo.

“En su discurso de 28 de julio, Alan García tenía una posición sesgada, pues decía que Doe Run ya no iba más y que iba a ser cerrada, lo cual violaba los contratos entre el Estado y la empresa privada, en consecuencia esta catástrofe es producto de una responsabilidad política del anterior gobierno”, sentenció Arredondo.

En esa misma línea, el alcalde de Santa Rosa de Sacca, espera que el Tribunal de Defensa de las Competencias de Indecopi, otorgue un trato justo a la empresa Doe Run y de esta manera garantizar la reactivación del Complejo Metalúrgico de La Oroya.

A su turno, el regidor de la municipalidad de La Oroya y extrabajador del Complejo Metalúrgico, José Mallma, precisó que este problema privado, se ha constituido en un problema social, porque la población económicamente activa, ha mermado sus ingresos desde que Doe Run paralizó; el comercio y el transporte han bajado y la deserción escolar ha empeorado.

INICIATIVA LEGISLATIVA

La Municipalidad Provincial de Yauli–La Oroya y un grupo de extrabajadores de Doe Run presentaron una iniciativa legislativa que busca una ampliación del plazo para la aprobación del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (Pama).

Por otra parte, el también representante de los trabajadores recordó que la empresa Doe Run Perú ha presentado una demanda al Estado porque el gobierno anterior se comprometió a remediar los suelos de La Oroya, pero no lo ha hecho.

“Acá, hay una responsabilidad compartida, tanto del Estado como de Doe Run; tienen que conversar”, afirma.

La población de La Oroya espera que tanto Indecopi como las autoridades gubernamentales le den una pronta solución a la problemática de Doe Run, porque creen que de esa manera, se puede solucionar el problema de la provincia de Yauli-La Oroya.
Rocio Vara

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