foto Juan Guevara |
“Aunque la predisposición de los alcaldes del llamado “mate” a transferir sus Unidades Ejecutoras al GRJ, constituya una declaración de parte de ineptitud y sumisión a la angurria del gobernador regional, el condicionamiento para financiar proyectos a la transferencia de esas unidades, no deja de ser un vulgar chantaje que atenta contra la autonomía de los gobiernos locales, proceso de descentralización y la transparencia. Más, si en las gerencias del GRJ hay gente ducha en manejar tretas como los “adicionales”, “silencios administrativos”, etc., para blanquear actos de corrupción”, señaló el ex Alcalde.
“Recordemos que las competencias básicas de cualquier municipalidad son la limpieza pública, cuidado de parques y jardines y la pavimentación de pistas y veredas, por lo que el rehusar a ejercerlas, mueve a sospechas, tal es el caso de la decisión del alcalde de Chilca de transferir su Unidad Ejecutora, entregando al GRJ el manejo de de más de cuatro millones de soles para pavimentados en el barrio de Pishumpaycun”, indicó.
“Las instituciones de fiscalización y persecución de delitos contra el Estado, están obligadas poner mayor atención a los procedimientos de licitación de las obras cuya unidades ejecutoras han sido transferidas por las municipalidades a otros niveles de gobierno, toda vez que esta modalidad no solo demuestra incapacidad y sumisión de los alcaldes al gobernador regional, sino que se presta a corruptelas manejadas por gente como William Bejarano Rivera, que tienen una trayectoria sumamente cuestionada en este campo”, advirtió Pedro Morales.
“Lamentablemente los Congresistas “hacen vista gorda”, tal vez por incapacidad o por complicidad, porque ante tanta evidencia es difícil que no actúen cuando no tienen algo que esconder”; acotó.
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