Agregó, que todos tenemos una delicada responsabilidad de promover acciones conjuntas, incluyendo a los padres de familia, para disminuir el alto índice de estudiantes que tienen dificultades para comprender lo que leen, precisamente porque no han tenido una buen aprestamiento en el nivel inicial.
Por eso, los docentes deben mejorar sus estrategias de trabajo pedagógico como la implementación de la biblioteca de aula, que debe ser un espacio acogedor con libros y materiales bibliográficos, para crear en los niños una relación de vínculo afectivo, que les permita potencializar su expresión oral y cultivar el placer por la lectura, sostuvo el funcionario.
Manifestó, que otro de los criterios que deberán de manejar las educadoras para cultivar el hábito de cultura en los niños y niñas, es hacer uso de las codificaciones de los textos que cuenta el aula de clases, así como deben contribuir a la implementación de la biblioteca maternal o de familia dentro en la casa, con participación activa del padre, madre u otro miembro de la familia.
Asimismo, los docentes deben generalizar el uso del cuaderno viajero, consistente en que un miembro de la familia con participación del niño o niña, escriba un texto ya sea un cuento, leyenda, historias de su localidad u otras informaciones, para contribuir con la mejora del hábito por la lectura, en el salón de clases.
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