 |
| foto Juanse Guevara |
A propósito del III Foro Nacional “Agua para la región Junín; estrés hídrico, amenaza global”, organizado por la Junta de Usuarios del Distrito de Riego Mantaro y SEDAM-HUANCAYO en junio de 2013.
Dejando claro que nuestra gestión, luego del éxito de nuestra demanda de transferencia, se hizo cargo de SEDA-JUNIN en enero de 1991 (SEDAM-HUANCAYO se crea en junio de 1992), considero necesario difundir –una vez más- la verdad sobre el manejo de las lagunas del Huaytapallana, toda vez que en estos últimos días (marzo de 2017), con motivo de una alerta de problemas en la cuenca del Río Shullcas, hay quienes insisten en el mito, patraña o calumnia, al pretender responsabilizarnos del desborde y posterior criminal desembalse de sus aguas.
A fines de Diciembre de 1990 se desborda la laguna de Chuspicocha a consecuencia del desprendimiento de una masa de hielo del nevado Huaytapallana (dicen a consecuencia de pesca con dinamita), causando lamentables daños materiales, sobre todo en la cuenca del río Shullcas.
El gobierno local la declara en emergencia. Se restablece el manejo del nivel del espejo de agua con las compuertas que venían funcionando en el tiempo y se refuerza los diques de contención sin estropear la naturaleza, negándose rotundamente al desembalse -incluyendo la laguna de Lazo Huntay- que planteaban algunos sectores, como la Empresa Ingeniería Subterránea, pues lo consideramos innecesario, atentatorio al equilibrio del ecosistema de la cuenca y para el abastecimiento de agua (consumo humano y agropecuario).
Por ello, nos generó sorpresa la publicación del Decreto Supremo N° 002- 93-PCM del 10 de enero de 1993 declarando en Estado de Emergencia las lagunas y exonerándose de los requisitos de Licitación Pública la ejecución de las obras pertinentes, lo que se consuma y se amplía con el Decreto Supremo, N° 027-93-PCM del 1° de mayo de 1993. Es decir, pese a nuestra enérgica oposición expresada en Acuerdos de Concejo, comunicados públicos y denuncias ante los órganos competentes, el gobierno del presidente Fujimori, perpetra un crimen ecológico, ordenando el irracional desembalse. “Curioso”, la ganadora de la “invitación” fue la misma Ingeniería Subterránea, a la que negamos la misma propuesta.
De los archivos (MPH, SEDAM, PCM, Congreso, INDECI y Gobierno Regional) se constata que fue el Gobierno Central a través del INDECI, en complicidad con el CETAR- Junín presidido por un Ing. de apellido Castillo, el responsable de las “obras” que prepotentemente se ejecutaron.
Ante la afrenta, pese a la crítica de los “gobiernistas”, enfrentando amañadas encuestas con las que se pretendía hacer ver que los huancaínos consideraban “el desembalse como necesario” y demostrando que nuestra oposición no obedecía a una animadversión al gobierno central, recurrimos a organismos internacionales solicitando nos destaquen un técnico de reconocido prestigio a fin de que realice in situ los estudios de las consecuencias del criminal desembalse.
El Geólogo Dr. FRAND DURRANT P. concluyó: efectivamente, era un crimen ecológico de consecuencias irreversibles y dejó un valioso documento (1994) “Desarrollo y Protección de las Futuras Fuentes de Abastecimiento para Huancayo”.
En nuestro paso el Congreso, presentamos las Mociones de Orden del Día 187/2000 y 109/2001, por cuya aprobación se nombra una “Sub Comisión Investigadora del Desaforo de las Lagunas de Lazo Huntay y Chuspicocha”. Su Informe Final fue aprobado por el Pleno en marzo del 2005, concluyendo que “existe responsabilidad en el INDECI, el daño es irreversible y que los trabajos del desaforo se realizaron sin Estudios de Impacto Ambiental. Además, las obras de ingeniería hidráulica y civil tienen serias deficiencias; por lo que recomienda que el Informe sea tramitado al Ministerio Público para investigar e individualizar los ilícitos, y a la Contraloría General de la República, para cuantificar los daños causados y determinar el resarcimiento económico por los daños causados.
A doce años del inicio de los trámites, Junín y Huancayo han renovado hasta en tres oportunidades a sus autoridades regionales, locales y congresistas. ¿Qué fue del seguimiento al que están obligados? Este episodio (desembalse) no debe utilizarse para encubrir 19 años de incapacidad en el manejo de Sedam Huancayo, evidente por el retroceso de la calidad, presión, continuidad y horas del servicio diario y, porcentaje de población atendida que venimos sufriendo cerca de cuatro lustros.
Lamentablemente, el crimen que ha impactado negativamente en el equilibrio ecológico de la cuenca del Shullcas y el Valle del Mantaro, viene quedando impune. El Estado debe resarcirnos económicamente por el daño causado; esos dineros deben financiar el Plan propuesto por el señor DURRANT. Las inversiones que ahora nos prometen, están al margen.
Escribe: Pedro Morales Mansilla.
