Para el ex alcalde de Huancayo, Pedro Morales Mansilla, la intervención a la Plaza de la Constitución fue temeraria y una canallada de la corrupción contra Huancayo. La próxima gestión debe reparar el daño restituyendo su diseño, mensajes y atractivos originales y denunciando la escandalosa sobrevaloración de los trabajos chambones y materiales de pésima calidad con los que han depredado sus mensajes cívicos, religiosos, diseño arquitectónico, simbología y atractivos que le dieron prestancia y prestigio nacional e internacional.
“La temeraria intervención de la gestión del alcalde Chamorro a la Plaza de la Constitución, mal aprovechando la necesidad de reparar el acabado de sus pisos, constituye una canallada en contra de la dignidad de Huancayo, por la injustificable demora en su culminación, el perjuicio al comercio, turismo, comodidad y seguridad de la población por más de un año y medio a la fecha, así como por la depredación de los mensajes y atractivos de la Plaza, que le dieron prestigio y prestancia nacional e internacional”; señaló.
“No había necesidad de reiterar las losas de fierro y cemento del piso de 20 cm de espesor, solo necesitaba la reparación de sus acabados de porcelanato o en el peor de los casos, el cambio por otro material, cuyos trabajos no hubiesen superado los tres meses y su costo los 500 mil soles, por lo que la supuesta remodelación en la que pueden haber gastado tres millones de soles resulta un escándalo, más si tenemos a la vista una chambonada. Es una estafa enredada administrativamente en busca de impunidad”, manifestó Pedro Morales.
“Preocupa que pese al escándalo que se exhibe en uno de los espacios públicos más importantes de la región, las instituciones de fiscalización y persecución del delito no se hayan pronunciado hasta el momento. El próximo alcalde, cualquiera que sea, debe resarcir este atentado canallesco y restaurando lo depredado a la Plaza, empezando por dotarle de un piso acorde con su diseño e importancia y restableciendo sus atractivos de agua, piletas danzarinas, iluminación acuática, ornamental y pública, así como las dos zonas de música ambiental, la “Fuente de la Santísima Trinidad” y los servicios de primera”; demandó el ex alcalde, en cuya gestión se construyó la Plaza de la Constitución.
“La depredación y deliberado descuido de los espacios de recreación pasiva y activa, que “El pueblo lo hizo” en nuestra gestión, vienen desde enero de 1999 por la mezquindad politiquera de la gente del llamado mate (Aliaga Castro, Arana Velarde, Chamorro Balbín) y del aprista Barrios Ipenza, por tanto el caso de la Plaza no es el único”, acotó, Pedro Morales.
