sábado, 21 de mayo de 2011

Denuncian a un cura por hacer llorar a alumnos en la confesión

 


Padres aseguran que los amenazó con "un viaje al infierno" si no asisten a misa. Ocurrió en el colegio Tomás Moro de 44 entre 11 y 12. I
Momentos antes de la misa que se oficia en el colegio Santo Tomás Moro una vez por mes, los alumnos pasaron por el confesionario. "Salieron todos llorando", contó, indignado, uno de los padres que denunciaron que el sacerdote a quien le tocó brindar esta semana el sacramento de la penitencia a los chicos de 6º grado "les dijo que si no iban a misa, ellos y su familia se morirían e irían al infierno".

Gonzalo Rodríguez Murphy tiene dos hijos que concurren al colegio de la calle 44 entre 11 y 12. El menor, de 10 años, va a 6º grado, que se cursa en el turno tarde. El miércoles pasado, igual que otros padres, esperó a que el chico terminara de confesarse. "Salió llorando, y otros también. El sacerdote les preguntó si iban a misa y la verdad es que la mayoría no va. Les dijo entonces que el que no cumplía con ese deber se iba a morir, igual que su familia, y que todos iban a ir al infierno. Les causó una angustia terrible, y eso es tortura psicológica", opinó.
El colegio Santo Tomás Moro es un establecimiento de enseñanza laico con orientación cristiana. Aunque de perfil católico, no depende del Arzobispado de La Plata ni de congregaciones religiosas. No cuenta con subvención estatal ni tampoco recibe aportes de la Iglesia y está vinculado al Instituto del Verbo Encarnado, un movimiento ultra ortodoxo que nació en Mendoza en 1984 y que con los años se expandió a 26 países. Como no posee parroquia ese movimiento le envía todos los meses un sacerdote para que presida la misa.

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