Después del impresionante panorama de destrucción que presentara el conocido local de diversiones “Chucclla”, ahora se sabe que esta acción fue protagonizada por un grupo de elementos al margen de la ley, especializado en “trabajos sucios”, que se hacen llamar “los chacchados”.
Como se recuerda, por problemas familiares entre los propietarios de este local, el sábado último, el abogado y catedrático de la UPLA, Edson Rivera Espinal, titular de la licencia del local, se presentó con un treintena de matones, que destruyeron los bienes de este local.
El grupo delincuencial, autor de este desmán, cada vez viene cobrando notoriedad en nuestra ciudad, debido a que es constantemente solicitado por quienes quieren hacer cumplir la ley o también, por quienes simplemente quieren desacatarla; como en el caso de los desalojos.
Características
En este tipo de acciones judiciales, se ha hecho común observar a “los chacchados”, con el torso desnudo, con los rostros cubiertos, portando objetos contundentes asegurar el trabajo para el que fueron contratados, cargando balones de gas y amenazando con hacerlos explotar, etc.
Se parapetan en lugares estratégicos y son expertos en atemorizar a sus ocasionales víctimas, aunque para ello tengan que recurrir a la violencia; también son expertos en eludir su responsabilidad ante la policía, que es la que participa de estas actividades judiciales.
Como si se tratara de mercenarios, “los chacchados”, integrados por toda gama de delincuente, así como fumones, ex presidiarios, vándalo y otros, ofertan sus servicios al mejor postor; se ha dado el caso, por ejemplo, del problema suscitado con el terreno del Colegio de Enfermeros, en la localidad de Pilcomayo, en el que un traficante de terrenos se valió de ellos para desarmar el cerco que la orden profesional estaba levantando; tras unos minutos de tensa negociación con los directivos de los enfermeros, “los chacchados” abandonaron el lugar, y a su inicial contratante.
Carlos Bolaños
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