Ni la confesión de un criminal de haber asesinado a su pareja con una escopeta de caza en el interior de su vivienda en el poblado de Aucayacu (Huánuco), no fue prueba suficiente para la fiscal Gabriela Rivera Herrera, quien dejó en libertad al homicida.
El asesino es Cruz Gerónimo, quien llegó a la casa de su sobrino Edgar Ramos, donde su familia lo recibió con los brazos abiertos. Pero unos meses después este se comprometió por tres meses con la pareja de su sobrino, luego lo asesinó con una escopeta cuando la víctima se encontraba en su habitación.
Pero este caso no es la única en que la fiscal cometió tamaño error, porque es la misma que soltó al sicario que dejó gravemente herida a la ayacuchana Sedelfina Miguel Cárdenas, quien hasta el momento padece de una paraplejia.
Se informo que la Fiscalía de la Nación, con esta última prueba destituyó de su cargo a la fiscal provincial Rivera Herrera.
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