¿Túnel o carreteras?

foto Juan Guevara

El túnel trasandino está en proyecto. Le faltan 153 años para hacerse realidad, como demoró construir el Marmaray, el túnel turco inaugurado en noviembre pasado con un costó de 4 mil millones de dólares. La idea emociona pero el proyecto cojea. La solución no es completa si la carretera central seguiría siendo la misma, si no se la descongestiona antes y después de los portales de ingreso y de salida del túnel. Para eso es necesario ensanchar la pista desde Corcona hasta Río Blanco y de Yauli hasta La Oroya, además de corregir las curvas y algunos puentes. No tiene sentido cruzar el túnel a toda velocidad si los embotellamientos seguirán fuera de él.

Con o sin túnel, es mucho más importante construir nuevas vías de penetración a la sierra y selva. Construir más carreteras para desplazar personas, mercadería, desarrollo y hermandad. Más peruanos de la sierra y selva viajando a la costa por diferentes frentes. Así, si usted estuviera en Huancayo o en el valle viajaría a la costa por Chupaca. Si estuviera en Huánuco o Pucallpa viajaría por Cerro de Pasco. Si estuviera en Chanchamayo seguiría usando la carretera central ampliada y descongestionada.

Véalo con cabeza fría. El túnel no es la panacea que resolverá nuestros problemas de crecimiento y desarrollo. Peor aún si el proyecto considera una vía férrea para transportar autos, buses y camiones, es decir; los vehículos deberán pagar para subir y bajar a un tren antes de cruzar el túnel. Ósea, sus impuestos construirán un túnel para que un privado le cobre a quienes quieran cruzarlo subiéndose a vagones especialmente acondicionados. Si no paga por subir al tren deberá seguir la misma ruta vía Ticlio. Un monopolio de un privado sin haber invertido un sólo Sol. ¿Algo parecido al Metro Wanka?

Manuel A. Gago