jueves, 6 de febrero de 2014

La teniente Sidley Miranda: denunció el robo de dinero incautado y terminó presa


Sucedii en julio de 2012, la Fiscalía de Desaguadero, en Puno, ingresó a la comisaría de Zepita y encontró a los agentes de esa sede policial contando gruesos fajos de billetes. Se trataba de dinero incautado a una pareja de esposos puneños que llevaba consigo, a escondidas, 82 mil soles de una venta de oro que hicieron en Bolivia y que, luego, fueron ingresados al Perú sin una declaración ante la administración tributaria.

Honorata Aquino y Edgar Quispe fueron detenidos luego de una operación policial donde toda una comisaría supuestamente actuó de manera diligente. Sin embargo y antes de que la Fiscalía llegara al lugar, la mitad de los 82 mil soles confiscados se hizo humo y desapareció como por arte de magia.

Conoce la increíble historia de una intervención fiscal que descubrió a dos suboficiales de la Policía con 34 mil soles en su poder y que terminó con todo un equipo policial, cuyos integrantes se culpaban mutuamente por la sustracción de un dinero decomisado.

Y lo que es peor. A la hora de buscar responsables todos culparon a su jefa, la hoy teniente en retiro de la Policía, Sidley Miranda, quien para entonces tenía apenas mes y medio como encargada de la comisaría de Zepita. Al momento de juzgarla nadie tomó en cuenta que fue ella quien llamó a la Fiscalía para reportar la incautación.

Ella se siente decepcionada de su institución y espera recuperar la libertad y volver a su trabajo

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