foto Juan Guevara |
¿Cuál fue el resultado de la persecución policial y de los dos momentos de enfrentamiento con los narcos? El decomiso de 51 kilos de PBC y 182 kilos de clorhidrato de cocaína en el auto que dejaron abandonado los narcotraficantes. Y la captura del chófer. Evidentemente, que el cercioramiento si es pasta o cocaína, fue producto del respectivo análisis químico que los policías realizaron post enfrentamiento. En suma, fue un duro golpe a una firma del narcotráfico que, desde hace muchos años, utiliza esta ruta para llevar droga hacia Lima o la costa norte y sur.
Este enfrentamiento no es un hecho aislado o nuevo en el área. Nada de eso. En efecto, en esa ruta o tramo, no es la primera vez que se produce enfrentamientos entre los narcotraficantes y policías. Desde el año 2005, cuando se intensifico el tráfico de drogas por Churcampa y Acobamba, se tiene registro de enfrentamientos fugaces y eventuales entre las fuerzas de seguridad y los narcotraficantes, que -siempre- van armados. Entre los años 2007, 2008 y 2010, fue el periodo que se produjo la mayor cantidad de este tipo de enfrentamientos.
Sin embargo, lo que revela el último enfrentamiento entre policías y narcos, es que los narcotraficantes -en esta ruta- ya están utilizando armamento de guerra (AKM) para, eventualmente, enfrentarse a los policías que realizan las labores de control del tráfico de droga. A contrapelo del mejoramiento de la calidad de sus armamentos, sin embargo, estos llevan la peor parte: o capturan a algunos miembros o -como en este caso- decomisan la carga de droga. Esto es un dato de la realidad, en las rutas donde se han enfrentado a los policías o militares.
Pero, las experiencias en negativo que -hasta el momento- han tenido los narcotraficantes en la defensa armada de los cargamentos de droga en las rutas de salida del VRAEM, revelan una tendencia en pleno despliegue: los narcos se están -cada vez más- preparando para una mejor defensa armada de la droga en las rutas de la pasta o cocaína que salen del VRAEM y las carreteras vecinales y transversales. Tomemos nota de ese proceso. A ellos, dicho sea de paso, no se les puede llamar “narcoterroristas” o “terrorista”. Son, simplemente, narcotraficantes,
Jaime Antezana
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