sábado, 19 de julio de 2014

En Huancavelica: hubo enfrentamiento entre policías y narcotraficantes en la zona de Churcampa.

foto Juan Guevara
Hace días, en el sector de Quinuapata y el Km 2 del eje de Allccomachay hacia la ciudad capital de Churcampa, se produjo dos enfrentamientos entre narcotraficantes y policías de la comisaria y de otra dependencia de la provincia. En el sector de Quinuapata, se produjo el primer enfrentamiento: el auto se dio a la fuga y los narcotraficantes se trenzaron a balazos con los policías. La persecución llego hasta el Km 2, donde los policías encontraron el auto sin los ocupantes. Se habían escondido. Así, cuando la policía se acercó al auto, empezó el segundo enfrentamiento: los narcos reempezaron a disparar a discreción.


¿Cuál fue el resultado de la persecución policial y de los dos momentos de enfrentamiento con los narcos? El decomiso de 51 kilos de PBC y 182 kilos de clorhidrato de cocaína en el auto que dejaron abandonado los narcotraficantes. Y la captura del chófer. Evidentemente, que el cercioramiento si es pasta o cocaína, fue producto del respectivo análisis químico que los policías realizaron post enfrentamiento. En suma, fue un duro golpe a una firma del narcotráfico que, desde hace muchos años, utiliza esta ruta para llevar droga hacia Lima o la costa norte y sur.

Este enfrentamiento no es un hecho aislado o nuevo en el área. Nada de eso. En efecto, en esa ruta o tramo, no es la primera vez que se produce enfrentamientos entre los narcotraficantes y policías. Desde el año 2005, cuando se intensifico el tráfico de drogas por Churcampa y Acobamba, se tiene registro de enfrentamientos fugaces y eventuales entre las fuerzas de seguridad y los narcotraficantes, que -siempre- van armados. Entre los años 2007, 2008 y 2010, fue el periodo que se produjo la mayor cantidad de este tipo de enfrentamientos.

Sin embargo, lo que revela el último enfrentamiento entre policías y narcos, es que los narcotraficantes -en esta ruta- ya están utilizando armamento de guerra (AKM) para, eventualmente, enfrentarse a los policías que realizan las labores de control del tráfico de droga. A contrapelo del mejoramiento de la calidad de sus armamentos, sin embargo, estos llevan la peor parte: o capturan a algunos miembros o -como en este caso- decomisan la carga de droga. Esto es un dato de la realidad, en las rutas donde se han enfrentado a los policías o militares.

Pero, las experiencias en negativo que -hasta el momento- han tenido los narcotraficantes en la defensa armada de los cargamentos de droga en las rutas de salida del VRAEM, revelan una tendencia en pleno despliegue: los narcos se están -cada vez más- preparando para una mejor defensa armada de la droga en las rutas de la pasta o cocaína que salen del VRAEM y las carreteras vecinales y transversales. Tomemos nota de ese proceso. A ellos, dicho sea de paso, no se les puede llamar “narcoterroristas” o “terrorista”. Son, simplemente, narcotraficantes,
Jaime  Antezana

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