lunes, 16 de marzo de 2015

Un Gobernador Regional que no quiere dejar de ser alcalde distrital

foto Wilson Chamorro
En la mañana de este domingo 15 de marzo, en el Asentamiento Humano “Justicia, Paz y Vida” - JPV, del distrito de El Tambo, se instalaron con sus respectivas portátiles y equipos de sonido, los hace poco electos para Gobernador Regional, Ángel Unchupaico; y el alcalde distrital, Aldrin Zárate, pertenecientes a los movimientos regionales independientes Junín Sostenible y Perú Libre, respectivamente. El motivo: convencer a la población de que la gestión de cada uno de ellos es la más indicada para realizar el asfaltado integral de la mencionada comunidad, obra valorizada en más de 33 millones de soles.

Por función, este trabajo le corresponde a la autoridad local; pero, el monto económico a disponerse debe dejar subrepticios y suculentos dividendos que despiertan las más oscuras ambiciones, máxime, si Junín Sostenible se caracterizó por realizar una millonaria inversión durante su campaña electorera anterior.
Este suceso constituye toda una vergüenza regional, sobre todo, por el comportamiento del Gobernador Regional, quien por su competencia debería estar empeñado en obras de envergadura regional, y no en la ejecución de pistas y veredas, que durante ocho largos años parece haberle dado muy buenos réditos cuando se desempeñó como alcalde del distrito en el que pretende seguir metiendo las narices, quedando al descubierto su más proterva ambición, sin interesarle el creciente descontento ciudadano por ese tipo de actitud.
Algo más: en el 2010, para lograr su reelección a un segundo periodo como alcalde de El Tambo, Ángel Unchupaico ofreció ejecutar el mencionado asfaltado, sin cumplirlo. Hoy, como Gobernador Regional, argumenta que la municipalidad, a través de la cual hizo este ofrecimiento, no cuenta con la capacidad para la ejecución de dicha obra, lo que no mencionó durante su campaña reeleccionista.
Finalmente, la comunidad de JPV tampoco escapa a la vergüenza de este episodio: se dividió y hasta se enfrentó a insultos y golpes, para cada quien por su lado, apoyar a cada uno de los que pretenden esquilmarlos. La comunidad de JPV ha dado una lección de lo que es una población desinformada y sin mayor criterio de sentido común, menos de dignidad, porque seguirá dividida y enfrentada ante un hecho que, por el contrario, debería ser motivo de la más férrea unidad. Pobre pueblo. Se merecen las autoridades que tienen.
Carlos Bolaños H.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario