lunes, 7 de septiembre de 2015

Quinua contaminada y transgénicos


“Todo cultivo puede hacerse transgénico y éste manejarse como cultivo orgánico”, dice César Paredes Piana, experto en agronomía, después de que importadores norteamericanos devolvieran 200 toneladas del grano de oro procedentes de Perú “por no cumplir los estándares internacionales, uso de pesticidas y no ser aptos para el consumo humano”. Nadine Heredia, embajadora de la quinua, debe responder por este grave daño al país.

Estadísticas aseguran que un 50% de los alimentos en el mundo entero acaban en la basura por diversas circunstancias en la cadena de recolección, elaboración, transporte, almacenamiento, venta y consumo. Al porcentaje alto de alimentos desperdiciados hay que agregarle los inmensos plantíos de canola destinados a biocombustibles y territorios agrícolas convertidos en expansiones urbanas en desmedro de sembríos de frutas y verduras.

La preocupación mayor acá es el recrudecimiento de la anemia. La hemoglobina baja de gran parte de la población es una muestra de la insuficiente y baja calidad de los alimentos. Urge, entonces, la idea de nuevas posibilidades de alimentación si sólo un 18% del territorio nacional está disponible para actividades agropecuarias.

Bill Gates y Carlos Slim, junto a la Fundación Rockefeller, tienen concesionados territorios en México donde estarían desarrollando nuevos transgénicos. Desde Seattle, WA, la Fundación Gates promueve ayudas y políticas agrarias para contrarrestar el hambre en las zonas más deprimidas del mundo. La Tierra literalmente morirá de hambre en algún momento. Los desplazados del medio ambiente sería un acontecimiento como consecuencia de sequías y de la desaparición total de algunas ciudades de las riberas oceánicas.

Con un panorama apocalíptico alentado por la progresía medioambiental, habrá poca tierra cultivable disponible. Entonces, hay que sacarle el jugo a las semillas y a las tierras, hacer que parcelas de papas mejoradas produzcan toneladas del tubérculo; que semillas modificadas genéticamente, resistentes a todo tipo de plagas sin necesidad de insecticidas, puedan cultivarse sin temores.

Se asegura que la biodiversidad no sería afectada. El argumento de que la polinización cambiaría la diversidad es desconocer el orden de las especies; es creer que gato y perro pueden aparearse. India es el país con mayor diversidad biológica en el mundo y hace rato siembra transgénicos. Un millón trescientas mil personas por alimentar no dan opción a las especulaciones. Golden Rice, enriquecido con vitamina A, es su producto bandera en todos los mercados del mundo. Hay transgénicos en el frejol de Brasil, maíz de Cuba y madera fina que Colombia usa para reforestar sus bosques
La moratoria de los cultivos transgénicos hasta 2021 pone a Perú en desventaja. Nuevas semillas exploradas por la Universidad La Molina tal vez ya tengan patente y estén siendo cultivadas en otros países. La moratoria aprobada apresuradamente no nos libra de los transgénicos que, dicen, sin constatación científica, producen cáncer. Perú no es una isla. Alimentos de consumo masivo enlatados y pre elaborados utilizan insumos transgénicos.

El huancaíno Paredes, ex presidente de la Región Andrés Avelino Cáceres y ex jefe del INIA, dice que “la quinua es cultivo de sierra y su mejoramiento tiene que hacerse en su hábitat natural. Nunca, por cuestiones políticas, se debió promover su cultivo en la costa donde se abusa de pesticidas. Las plantas necesitan de horas de luz y frío. Nunca se le debió quitar al agricultor de sierra una de las pocas posibilidades de mejorar su economía”.


Por: Manuel Gago

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