A través del Tercer Encuentro Provincial de Saberes Productivos de Pensión 65, en Cañete, el Midis impulsó la revaloración de las personas adultas mayores y mostró su potencial para emprendimientos.
Sus ojos mantienen ese brillo propio de las almas buenas. Los surcos que los rodean dibujan décadas de experiencia, vivencias únicas que merecen ser contadas. A sus 75 años, doña Bertha Escate acariciaba con ademán maternal una de las chalinas que dio a luz con sus manos y unos palitos que heredó de su madre en su querido San Vicente, en la provincia limeña de Cañete.
El stand de su distrito fue uno de los más visitados del Tercer Encuentro Provincial de Saberes Productos del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), realizado en el coliseo Lolo Fernández de San Vicente de Cañete, donde decenas de adultos mayores presentaron danzas originarias y productos típicos que elaboran con sabiduría.
Saberes Productivos es la intervención que desarrolla Pensión 65 a fin de revalorar el rol de los adultos mayores como portadores de ancestrales conocimientos que son transmitidos por abuelos y abuelas a las nuevas generaciones a través de diálogos en centros educativos. La venta de sus productos genera recursos a las personas de la tercera edad e impulsa el desarrollo local.
En el encuentro participaron usuarios y usuarias de Pensión 65 y a la vez protagonistas de Saberes Productivos, de distritos de Cañete y de las provincias de Huarochirí y Yauyos. Asimismo, alcaldes distritales en cuyas circunscripciones de la región Lima Provincias es muy activa la intervención Saberes Productivos.
Asistieron también la titular del Midis, Paola Bustamante; el director regional de Producción del Gobierno Regional de Lima Provincias, Isaías Ravichagua; el regidor de la Municipalidad Provincial de Cañete, Sabino Lizana; la directora de Inmunizaciones del Ministerio de Salud (Minsa), María Elena Martínez; y el director ejecutivo de Pensión 65, Julio Mendigure.
Tras apreciar danzas interpretadas con entusiasmo, vitalidad y alegría por los adultos mayores, la ministra Bustamante señaló que es un orgullo ver cómo ellos y ellas siguen practicando el arte, la cultura y las costumbres de sus distritos, “y cómo continúan enseñando todos los días sus conocimientos ancestrales”.
Coordinación con gobiernos locales
La titular del Midis resaltó que la buena gestión de Saberes Productivos tiene que ver el apoyo estratégico de los gobiernos locales, que brindan espacios y asistencia técnica para que los usuarios de Pensión 65 desplieguen su experiencia en emprendimientos productivos. “Renovamos el compromiso de seguir avanzando en atender a los adultos mayores y ampliar la cobertura de Pensión 65”, acotó la ministra.
Actualmente, el programa brinda pensión no contributiva a 540 043 usuarias y usuarios a nivel nacional. De ese total, 64 506 personas adultas mayores participan en Saberes Productivos en 632 distritos. En el país, la intervención ejecuta transmisión de conocimientos entre generaciones en 312 colegios. En los distritos de Cañete, Pensión 65 atiende a 2025 usuarios y usuarias. San Vicente (343) y Nuevo Imperial (394) son los distritos cañetanos con mayor población usuaria.
Saberes Productivos eleva la autoestima y destierra la tristeza y la depresión de la vida de los adultos mayores, quienes se sienten valorados al heredar lo que saben. Además, gracias a sus emprendimientos recuperan la confianza en sí mismos y experimentan un importante grado de autonomía.
En el encuentro, los distritos de Cañete que estuvieron representados en stands y bailes típicos fueron San Vicente, San Luis, Coayllo, Calango, Pacarán y Quilmaná. Por Yauyos figuraron Catahuasi y Madeán, mientras que Huarochirí agrupó en un stand y en una vistosa danza lo mejor de su provincia. Los adultos mayores, en general, mostraron lo mejor de sus bailes, productos agropecuarios, tejidos y gastronomía, así como toda su destreza en la elaboración de instrumentos musicales autóctonos.
La ministra destacó, por ejemplo, el valor cultural de la octogenaria Rosalvina Valerio, quien en el distrito de Tupe, provincia de Yauyos, enseña a niños y niñas su lengua nativa jacaru para que esta no desparezca.
La armonía intergeneracional se hizo evidente en todo el encuentro. En varias de las danzas los adultos mayores compartieron escena con sus nietos y nietas. “Somos felices enseñando lo que sabemos”, dijo Guillermina Chuquimuni, de 75 años, quien en el stand de Huarochirí hacía degustar un plato con queso y papa propios de su tierra. A su lado, su paisana Maricruz Vernagle, de 10 años, tejía a palitos un gorro para el frío, tal como le enseñaron las amigas de Guillermina.
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