Informes de inteligencia del Ejército revelan que en el VRAE habría 500 narcoterroristas fuertemente armados que estarían distribuidos en los diversos campamentos que Sendero Luminoso ha establecido en la zona. Estos grupos de senderistas obedecen a las órdenes de los hermanos Quispe Palomino, ‘José’, ‘Raúl’ y ‘Gabriel’, quienes se han fortalecido gracias a su alianza con el narcotráfico.
A diferencia de las décadas de los 80 y 90, los subversivos, ahora aliados al narcotráfico, ya no secuestran a los nativos de la zona para obligarlos a participar en ataques a las bases y convoyes del Ejército. En la actualidad son hombres fuertemente armados entrenados para enfrentarse a las fuerzas del orden.
REUBICACIÓN DE LAS BASESHace dos semanas se informó sobre el abandono por parte de las Fuerzas Armadas de cinco bases contrasubversivas en la zona de Vizcatán. Según fuentes del Ejército esto solo se debió a un cambio de estrategia y no de un retroceso en la lucha contra Sendero Luminoso.
El general EP Víctor Montes Barrios, jefe del Comando Especial en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), dijo que el repliegue de las bases en la inhóspita zona de Vizcatán se realizó porque estas estaban alejadas de la población y eran vulnerables a los ataques terroristas. Montes afirmó que actualmente todo el circuito de emplazamientos en Vizcatán, por cuya defensa perecieron unos 60 militares, se encuentra deshabitado, pero prefirió no brindar más detalles sobre el tema por cuestiones de seguridad.
Cabe Indicar que en el VRAE las Fuerzas Armadas vienen ejecutando operaciones militares desde agosto del 2008, cuando empezó el Plan Excelencia 777 en contra de la facción que encabeza Víctor Quispe Palomino ‘José’. Desde entonces, ningún cabecilla de esta organización ha sido capturado por el Ejército.
ESTRATEGIA ERRADARubén Vargas, experto en temas de narcotráfico, dijo que la estrategia que tuvo el Ejército en el VRAE estuvo errada desde su concepción. Para las Fuerzas Armadas el enemigo por combatir era Sendero Luminoso y de modo más específico los rezagos de esta organización terrorista.
Pero la realidad es otra. El principal problema del VRAE es el narcotráfico y es esta actividad, y el dinero que maneja, lo que fortalece a Sendero.
La decisión del Ejército de poner bases contrasubversivas en el Vizcatán ha ocasionado la muerte de muchos soldados y se han gastado 300 millones de soles.
El número de terroristas no se ha reducido y 500 hombres provistos de armas –robadas al Ejército– es una cifra realista. Muchos de ellos pertenecen a comunidades de la zona que ven al Estado como represor porque lo asocian a la presencia del Ejército. Decir que Sendero está cercado no pasa de ser una broma de mal gusto.
12 FOSAS COMUNES Un grupo de campesinos llegó desde Ayacucho a Lima para denunciar ante el Ministerio Público el hallazgo de 12 fosas comunes en el pueblo joven de Asnay Huayco, muy cerca a la zona de Vizcatán, ingreso al valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).
El congresista Alberto Beingolea, quien se reunió con los comuneros y los asesoró para entablar su acusación en la fiscalía, señaló tomando en cuenta los testimonios de estas personas que en estas tumbas habrían más de cien cadáveres y que habrían sido enterrados ahí durante la década de 1980, es decir, en pleno conflicto interno.
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