viernes, 24 de febrero de 2012

Exposición museográfica: “Caral, la Civilización más antigua de América, Símbolo de Identidad e Integración Nacional: Desde la Huanca de Caral a la Tierra de los Huancas”

A partir de hoy en la Inconstrastable Huancayo estará la exposición de la Cultura CARAL

Caral, 5000 años de historia

La Civilización Caral se desarrolló en el área norcentral del Perú, que abarca una extensión de 400 por 300 km, y comprende el espacio entre los ríos Santa y Chillón, los Callejones de Huaylas y Conchucos, el altiplano de Junín y las cuencas de los ríos Marañón y Huallaga.

Caral es uno de los seis focos civilizatorios del mundo, como Mesopotamia, Egipto, China, India y Mesoamérica.

La Zona Arqueológica Caral (ZAC), Unidad Ejecutora 003 adscrita al Ministerio de Cultura, es la entidad responsable de las actividades de investigación, conservación y difusión, al país y al mundo, de los valores sociales y culturales de la Civilización Caral. 

Actualmente, interviene en nueve de los veintiún asentamientos arqueológicos del periodo Formativo Inicial (3000 – 1800 a. C.) identificados en el valle de Supe: la Ciudad Sagrada de Caral, Chupacigarro, Miraya, Lurihuasi, Allpacoto, Era de Pando, Pueblo Nuevo, El Molino y Áspero, y en Vichama, un asentamiento arqueológico ubicado en el valle de Huaura.



Una incursión a los orígenes

En la exposición museográfica titulada “Caral, la Civilización más antigua de América, Símbolo  de Identidad e Integración Nacional: Desde la Huanca de Caral a la Tierra de los Huancas” el público podrá apreciar una colección arqueológica sobre el periodo Formativo Inicial (3000 a 1800 a.C.) acompañado con recursos museográficos que muestran la avanzada organización social, política y económica alcanzada por la civilización Caral; sus logros tecnológicos, científicos; así su ideología y cosmovisión. 
Se expone la avanzada obra y diseño urbano, y las tecnologías constructivas desarrolladas por los  antiguos caralinos, en infografías y proyecciones multimedia, que muestran vistas aéreas y cercanas de los principales edificios de los complejos arqueológicos que formaron parte de la civilización Caral. 
Mención aparte merecen el conjunto de esculturas hiperrealistas de importantes personajes de la época, en las que se aprecia la indumentaria y ornamentos personales que portaban, así como los roles que tenían en la sociedad de Caral. Destacan el Huno (o Uno), máxima autoridad del valle de Supe, quien representaba la unificación política de los centros poblados de la cuenca; el maestro constructor y la maestra textilera. 
Se puede observar, también, el conjunto de estatuillas de barro no cocido, que muestra la diferenciación social y a los diversos personajes de elite. 
La economía del Estado caralino estuvo sustentada en las actividades agrícola y pesquera, y en el dinámico intercambio regional e interregional. Ello se ilustra en la muestra a través de pantallas táctiles en las que se puede ver, además, la rica biodiversidad existente en el área Norcentral del Perú. 
Destacan, también, la colección de productos marinos y agrícolas que se consumían y los instrumentos que se usaban hace 5000 años, así como una recreación del “catu” o mercado andino, uno de los lugares donde se hacia el intercambio comercial. 
Ciencia y religión milenaria
Los antiguos caralinos no solo fueron grandes planificadores, administradores estatales y comerciantes, también lograron avanzados conocimientos científicos y tecnológicos.
En la exposición sobre la Civilización Caral en la ciudad de Huancayo se puede apreciar el quipu más antiguo de América, que es una evidencia del sistema de registro de información usado antiguamente en el Perú; asimismo, las tecnologías y conocimientos agrícolas adquiridos, como el manejo genético del algodón para obtener fibra más larga, variedad de colores naturales y un mayor rendimiento; o el desarrollo de la medicina natural. 
Destaca, una sección dedicada a ilustrar la cosmovisión e ideología de la sociedad de Caral, el rol preponderante de la religión, y las  ceremonias y rituales que realizaban. Se puede observar
la réplica en gran dimensión de la estatuilla que representa a la sacerdotisa de Miraya y a su acompañante. La sacerdotisa es una evidencia del importante rol desempeñado por la mujer en la antigüedad. 
El arte y la música tuvieron un rol importante entre la población caralina; en la muestra se exponen los variados instrumentos musicales (el conjunto de 32 flautas traversas, 38 cornetas y 1 quena y 4 antaras) que reflejan la profunda sensibilidad artística de los antiguos caralinos y la organización compleja de los músicos ejecutores. Una vitrina interactiva reproduce melodías y notas musicales, obtenidas con dichos instrumentos. 

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