Concertación en Morococha

Morococha Sentimiento E Historia 

La noticia le cae bien a un gran sector de la población que ve con buenos ojos el inicio de grandes proyectos de inversión capaces de generar progreso y desarrollo en toda la región. El proyecto Toromocho estaría entrando en operaciones el primer semestre del próximo año y el  reasentamiento de la ciudad de Morococha a la localidad de Carhuacoto será una realidad. Los vecinos de Morococha, en su gran mayoría y de acuerdo a la legítima representatividad sentada alrededor de la mesa de concertación, estarían poniendo fin a un conflicto que nunca debió iniciarse porque perjudica el bienestar de todo el pueblo. La noticia no le caerá bien a los revoltosos, antimineros y supuestos ambientalistas quienes buscan generar conflictos aprovechándose de la inocencia de la gente. Con el supuesto de ponerse del lado de los pobres y defendiendo los recursos naturales, autoproclamándose representantes del pueblo, no son otra cosa que los enemigos de las grandes mayorías porque espantan a las inversiones que acarrean crecimiento económico y social. Atrás quedaron los intentos por impedir el reasentamiento cuyo estudio de impacto ambiental aprobado y ratificado establece lo que el contrato de transferencia siempre decía: que para remediar los problemas de contaminación la ciudad debe ser reubicada. Y la ley se está cumpliendo.  

La nueva ciudad de Morococha ya está lista. Se están verificando todas las viviendas y locales públicos para que los nuevos propietarios con título en mano no tengan mucho o nada que reclamar. Bien por los actores que se reunieron en la mesa de concertación y bien por la secretaría técnica cuyo trabajo no acaba con la mudanza de todo el pueblo, sino por el contrario dará inicio a un modelo de comunidad ejemplar si todos los vecinos, autoridades, instituciones y empresa tiene la suficiente voluntad de dialogar y ceder en sus propuestas por el bien común. La compañía Chinalco está identificando a los vecinos y sus propiedades. El proceso de titulación legal vendrá y no seguirán siendo simples ocupantes de una propiedad sin sustento legal como lo fueron en la antigua Morococha. El trabajo de la secretaría ejecutiva de la mesa de concertación continuará  verificando que los vecinos en su nueva ciudad se sientan enteramente satisfechos, haciendo todos los esfuerzos para remediar algún reclamo y construyendo un modelo social de una sociedad ideal que estará en marcha muy pronto.    

Mucho cuidado con los invasores promovidos por quienes se oponen al reasentamiento. El propósito de ellos es alargar el conflicto, hacerse ilegítimamente de un lugar en la nueva Morococha y, sobre todo, ser la chispa encendida que puede provocar problemas donde no los hay.

Manuel A. Gago