martes, 11 de septiembre de 2012

Comercios antihigiénicos representan peligro para la salud pública en El Tambo



Para comprobar la buena atención y la higiene alimentaria en el que trabajan los comerciantes del mercado del distrito de El Tambo, los funcionarios de la Dirección Regional de Salud-Junín, realizaron una inspección a los distintos ambientes de este centro de abastos donde se comercializan comidas, bebidas y productos lácteos, tomando muestras de los mismos para el análisis respectivo.

La coordinadora higiene alimentaria de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental de la DIRESA-Junín, Ing. Rosalin Huayllani Miranda, precisó que las responsables de la preparación, elaboración, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, venta, suministro y servicio de alimentos contraen millones de microbios al contacto con las monedas y billetes.

“Está demostrada la relación existente entre una inadecuada manipulación de los alimentos y la producción de enfermedades trasmitidas a través de éstos. Las medidas más eficaces en la prevención de estas enfermedades son las higiénicas, ya que en la mayoría de casos es el manipulador el que interviene como vehículo de transmisión, por actuaciones incorrectas, en la contaminación de los alimentos”, indica Huayllani.

Asimismo, asegura que el manipulador de alimentos necesita conocer el proceso de preparación y conservación de alimentos y respetar las exigencias culinarias, sanitarias y nutritivas que permiten que el alimento llegue al consumidor en las mejores condiciones de calidad.

Huayllani Miranda sostuvo que las personas que manipulan los alimentos juegan un papel importante con sus actitudes para prevenir la contaminación, ya que es causada principalmente por la falta de higiene. En ese sentido precisó que existen dos clases de manipuladores: los de alto y bajo riesgo.

Los de alto riesgo son aquellos que mantienen contacto directo con los alimentos que no sufren un tratamiento posterior, antes de llegar al consumidor, también son las personas que intervienen en la elaboración de alimentos. Y los de bajo riesgo, mantienen contacto con el alimento que sufrirá un proceso de elaboración posterior antes de llegar al consumidor.

Rosalin Huayllani, asegura que los manipuladores representan un riesgo potencial de transmisión de gérmenes causantes de enfermedades en los consumidores. “Ser manipulador de alto riesgo no supone riesgo de enfermar, supone ser más responsable. La salud de los consumidores se encuentra en las manos de los manipuladores”, precisa.

“Cuando se trabaja manipulando productos frescos debe ponerse un cuidado especial, ya que un adecuado manejo, conservación y almacenamiento de los alimentos, previene accidentes y enfermedades, tanto para los propios trabajadores como para los clientes”, finalizó.

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