Las garras del narcotráfico ya llegaron hasta lugares insospechados y es que ahora ya se han instalado en zonas altoandinas de producción alpaquera de la región Puno, donde el abastecimiento de los insumos químicos fiscalizados, incluido el kerosene no tiene ningún control.
La madrugada del último jueves 6 de este mes, según informa el diario Correo de Puno informa, personal policial de Depandro Juliaca y el fiscal especializado en Tráfico Ilícito de Drogas, Ricardo Yampara Apaza, intervinieron a una vivienda rural en el poblado de Quesatani - Hugo de San Antonio, de la jurisdicción del distrito de Quilcapunco en la provincia de San Antonio de Putina (Puno).
La madrugada del último jueves 6 de este mes, según informa el diario Correo de Puno informa, personal policial de Depandro Juliaca y el fiscal especializado en Tráfico Ilícito de Drogas, Ricardo Yampara Apaza, intervinieron a una vivienda rural en el poblado de Quesatani - Hugo de San Antonio, de la jurisdicción del distrito de Quilcapunco en la provincia de San Antonio de Putina (Puno).
A un lado de la modesta vivienda se procesaba Pasta Básica de Cocaína (PBC), donde fueron intervenidas 7 personas. Mientras la poza de maceración tenía 12 metros de largo por 5 de marzo y otra de decantación de 1 por 2 metros, construidas con palos y plásticos.
Entretanto los integrantes de la vivienda rural, señalaron que se dedicaban al pastoreo de ganado auquénido (alpaca). Pero en el interior de la vivienda fueron halladas 85 litros de ácido muriático, 20 galones de kerosene, batidoras y utensilios que eran utilizadas para la elaboración de pasta básica de cocaína.
La policía detuvo a Porfirio Colque Aguirre (29), natural de Sandia. Igualmente por disposición del representante del Ministerio Público se incineró y destruyó la poza de maceración. Para la Policía, los cabecillas de la organización serían integrantes de la familia de apellido González .
Gracias a los periodistas del Diario Correo (Puno)
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