foto José Cabrera Bottger |
Oxapampa es una tierra que enamora, desde su gente, hasta su naturaleza, por lo que hace tres años que la UNESCO la declaró reserva de biosfera. Las culturas yanesha y la asháninka convive en la ciudad desde el siglo XIX con los colonos austro alemanes que llegaron para luego quedarse.
Desde hace decenas de años, la presencia alemana se siente en todas partes, desde su arquitectura, los nombres de las calles, sus descendientes y su cultura, porque en Oxapampa se convive con la mano con la naturaleza.
Esta tierra agrícola es el mayor productor de granadilla. El clima templado permite que crezcan además arboles de eucalipto y que convivan animales de todo tipo.
En su visita podrá conocer fundos ganaderos, campos agrícolas y apícolas; casas hechas en madera de estilo europeo hechas con técnicas heredadas de sus antepasados.
Su gastronomía, se hace a base de carnes rojas y blancas; puede disfrutar del exquisito café, los pasteles y el pan de maíz hecho en casa, asimismo de sus tragos naturales exóticos.
Para llegar a Oxapampa, le tomará cerca de 10 horas de viaje en bus, desde la capital, tomando como vía la carretera central, pasando por Chosica, Ticllo, Morococha, La Oyora, Tarma, La Merced, San Luis de Shuaro, Puente Paucartambo para finalmente llegar a Oxapampa, recorriendo cerca de 360 km de viaje y pasando por tres regiones.
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