domingo, 27 de octubre de 2013

Tres altos oficiales de las FFAA a juicio por bombardeo a civiles en el Vraem

foto Juan Guevara
El actual  inspector del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general EP Oswaldo García Balladares, recomendó denunciar ante la justicia castrense a un oficial del Ejército y a dos de la Fuerza Aérea por su presunta responsabilidad en el ataque aéreo a la comunidad de Nueva Esperanza, en Satipo (Junín), que causó la muerte de un poblador y heridas de consideración a otros cuatro.

Para enjuiciar en el Fuero Militar Policial incluye al jefe de Operaciones del Comando Especial del Vraem (CEVRAEM), coronel EP Miguel Gonzáles Bojórquez, recientemente ascendido al grado de general de brigada; al jefe del Componente Aéreo del CEVRAEM, comandante Daniel Ordaya Burneo; y al piloto del helicóptero Mi-35P, mayor FAP Diego Vera Olivera.

Vera piloteaba el helicóptero que disparó cohetes S-8 y cañones GSh-30K con proyectiles de 30 milímetros, además de bombas OFAB de 250 kilos sobre la población de Nueva Esperanza.


De acuerdo con fuentes del Ministerio de Defensa, el Comando Conjunto, el Ejército y del CEVRAEM, el inspector del CCFFAA también ha planteado amonestar al comandante general de la Segunda Brigada de Infantería, general de brigada EP David Ojeda Parra.

El inspector Oswaldo García, quien elevó su informe al jefe del CCFFAA, vicealmirante José Cueto, y este al ministro de Defensa, Pedro Cateriano, no consideró entre los sancionados al jefe del CEVRAEM, general EP César Díaz Peche. Díaz autorizó la operación.

En la noche del 16 de octubre, el CEVRAEM resolvió enviar dos helicópteros Mi-35P a los alrededores de la Base Contraterrorista de Mazángaro, instalada a muy poca distancia del poblado de Nueva Esperanza.

De acuerdo con un documento secreto suscrito por el general César Díaz Peche, el propósito de la operación era "ablandar" (barrer) áreas en las que supuestamente los terroristas habían sembrado trampas explosivas.

El mismo documento,cuya copia ha obtenido La República, indica claramente que el jefe de la Segunda Brigada de Infantería, el general EP David Ojeda Parra, pidió que el Componente Aéreo del CEVRAEM incursionara con fuego el área en la que supuestamente los senderistas habían colocado explosivos para emboscar a las patrullas de la base de Mazángaro.

El informe del inspector general del Comando Conjunto llama la atención sobre la decisión de bombardear en horas de la noche a objetivos como las trampas explosivas, que suelen ser desactivadas por hombres en tierra y no requieren de fuego aéreo.

En el caso del jefe de Operaciones del CEVRAEM, la responsabilidad del general Miguel Gonzáles consistiría en no haber previsto el impacto de una incursión nocturna en un área donde era evidente la existencia de comunidades.

El reporte del inspector, sin embargo, desliza la posibilidad de que el piloto del helicóptero Mi-35P, el mayor FAP Diego Vera, podría haber cometido un error de cálculo.

Según fuentes relacionadas con el piloto, se limitó a cumplir con las coordenadas que le entregó el jefe del Componente Aéreo del CEVRAEM, comandante FAP Daniel Ordaya Burneo, quien a su vez las recibió del jefe de Operaciones del CEVRAEM, coronel EP Miguel Gonzáles Bojórquez.

El informe del Inspector General del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas indicaría que hubo un error de cálculo.

Lo que destaca el Inspector es por qué los involucrados en el caso no tomaron en cuenta que en la zona hay una gran densidad de población. Grave yerro.

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