Sepultados por treinta años en fosas clandestinas, los 21 cuerpos de comuneros asesinados en 1984, por efectivos policiales denominados “los sinchis”.
Fueron exhumados por peritos del Equipo Forense Especializado del Ministerio Público, en el distrito de Chungui, provincia de La Mar, en la región Ayacucho.
En la diligencia se halló los restos de diez niños y una mujer con un feto en el vientre, lo que evidenciaría que los perpetradores de estos crímenes se ensañaron con todo un pueblo sin ningún miramiento y compasión.
Los restos se hallaron dentro de una chacra, en la comunidad de Paqcha. Los cadáveres estaban en dos grandes fosas rectangulares distantes a unos 80 metros. A pesar de haber transcurrido mucho tiempo, los restos aún conservaban las prendas de vestir, lo que será importante para que los familiares puedan reconocer a sus seres queridos.
Por casi una semana los forenses, con el apoyo de los familiares de las víctimas, realizaron los trabajos y al finalizar colocaron los restos en cajas con sus respectivos códigos, para ser llevados al laboratorio de Huamanga, donde los expertos practicarán las pericias para determinar el sexo, la edad y las causas de la muerte.
La masacre ocurrió el 14 de julio de 1984, durante el gobierno de Fernando Belaunde. Los comuneros eran continuamente acosados por terroristas de Sendero Luminoso. Incluso había zonas liberadas en el distrito de Chungui. Si bien los peritos exhumaron 21 cuerpos, otras nueve víctimas aún se encuentran desaparecidas. según el trabajo de periodistas de La República.
En la diligencia se halló los restos de diez niños y una mujer con un feto en el vientre, lo que evidenciaría que los perpetradores de estos crímenes se ensañaron con todo un pueblo sin ningún miramiento y compasión.
Los restos se hallaron dentro de una chacra, en la comunidad de Paqcha. Los cadáveres estaban en dos grandes fosas rectangulares distantes a unos 80 metros. A pesar de haber transcurrido mucho tiempo, los restos aún conservaban las prendas de vestir, lo que será importante para que los familiares puedan reconocer a sus seres queridos.
Por casi una semana los forenses, con el apoyo de los familiares de las víctimas, realizaron los trabajos y al finalizar colocaron los restos en cajas con sus respectivos códigos, para ser llevados al laboratorio de Huamanga, donde los expertos practicarán las pericias para determinar el sexo, la edad y las causas de la muerte.
La masacre ocurrió el 14 de julio de 1984, durante el gobierno de Fernando Belaunde. Los comuneros eran continuamente acosados por terroristas de Sendero Luminoso. Incluso había zonas liberadas en el distrito de Chungui. Si bien los peritos exhumaron 21 cuerpos, otras nueve víctimas aún se encuentran desaparecidas. según el trabajo de periodistas de La República.
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