Reflexiones sobre la importancia de tener una clase media consolidada.
Para Rolando Arellano, investigador de temas sociales, la nueva clase media no aspira a más porque no sabe qué es ese más, no conoce que hay más allá de un smarthTV, un Smartphone y de ropa de marca de etiqueta falsa. No existen entre la población notorios buenos ejemplos que puedan ser replicados entre vecinos, compañeros de colegio o trabajo. No hay una clase dirigente que adoctrine con el ejemplo y la palabra por encima de las trivialidades de un mercado cada vez más comecoco e inmediatista, incapaz de construir una clase media consistente y sólida, con más conocimiento y expectativas.
Compararnos con la mediocridad de otros es el resultado de lo que hoy tenemos: Políticos fanfarrones y ladrones, empresarios indiferentes con su responsabilidad social y pobladores sin ciudadanía. La masa se contenta con cualquier cosa improvisada y mal elaborada, aplaudiendo chauvinismos que le hacen creer que el Perú es el centro del universo, que todo el mundo está pendiente de Paolo Guerrero, del ceviche y el cajón peruano.
Naheed Nenshi, el actual alcalde de Calgary – en la provincia de Alberta, Canadá – fue reelegido en octubre pasado con el 73% de los votos. Nenshi ha disminuido drásticamente los trámites burocráticos, ahorrándole a la ciudad miles de horas hombre y dinero, dándoles a los inversionistas y vecinos más facilidades para todos sus trámites y emprendimientos. Desde que fue elegido como alcalde, el 2010, ha colocado a la ciudad entre las mejores del mundo. Según el influyente The Economist, Calgary es por varios años la ciudad ideal para vivir en el mundo entero por la calidad de sus servicios públicos, bajísimos índices de criminalidad y desempleo y una estabilidad social envidiable. Porque su economía se sustenta en petróleo, gas, agricultura y turismo, es una de las ciudades más ricas del mundo
Para quienes hablan de los pobladores auténticos y recientes, para quienes dicen que sólo se debería contratar a huancaínos en Huancayo, habría que decirles que Nenshi es de origen asiático y musulmán. Sus padres provienen de Tanzania y él nace en Toronto. La conservadora Calgary – de mayoría caucásica, con un pedacito de cada rincón del planeta – es un centro de innovación técnica y científica, epicentro de artes y deportes de invierno, de ingenio desbordado de su juventud. Nenshi encarna la visión del ciudadano de ese mundo, es modelo por sus decisiones, planificación e inclusión. Sus vecinos lo ven inspirador, íntegro, compasivo, con un buen sentido de humor, excepcional y fuente de orgullo cívico. Por eso fue reelegido como alcalde. Es un político de renombre nacional y, ahora, el mejor alcalde del mundo según The City Mayors Foundation.
Una inundación mostró a Nenshi con manga remangada, haciéndole frente a la desgracia. Más de 100 mil personas fueron evacuadas al instante. Agua caliente, calefacción y alimentos estuvieron a disposición de ellos. Preparado en Harvard, se siente cómodo al lado de los petroleros como con de los pasajeros del Ctrain, el Metro de superficie de la ciudad que, según dicen, algunas veces utiliza para transportarse. Como un cowboy más, en el Stampede – la fiesta de la ciudad donde se ofrece gratis más de 400 mil desayunos con panqueques, yogurt, plátanos y más -, se confunde entre todos. Un alcalde tan lejano para un Perú.
Por: Manuel A. Gago Medina
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