foto Juan Guevara |
La entidad agraria recomienda a los agricultores que han culminado la cosecha de la campaña grande pueden volver a sembrar un cultivo de corto periodo vegetativo y/o forrajes transitorios, como avena y cebada forrajera, para alimentar al ganado en los meses de invierno (junio a agosto).
Asimismo, refiere que las lluvias en algunas zonas pueden también contribuir a la excesiva humedad del suelo y ocasionar la presencia de algunas enfermedades fitopatógenas en cultivos que aún se encuentran en fase de maduración.
ANTE LAS BAJAS TEMPERATURAS
Por otro lado, la DRAJ precisa que las bajas temperaturas en la región alto andina es un evento climático habitual que ocurre normalmente entre los meses de junio hasta agosto. El fenómeno consiste en la combinación de heladas nocturnas con precipitación de nieve y a veces granizada. Este fenómeno afecta principalmente a la salud humana de los pobladores altoandinos y a su principal actividad económica, que es la ganadería.
Frente a estos cambios bruscos de temperatura, la sede regional Agraria recomienda a todos los ganaderos de las zonas altoandinas a fin de prevenir pérdidas económicas, adoptar las siguientes medidas: construir dormideros en laderas donde hay brisas que mueven las masas de aire frío especialmente en las noches; hacer dormir a los animales bajo cobertizos, aprovechando en su construcción los recursos de la zona (pajonales, tapiales de tierra, etc.).
También se recomienda alimentar al ganado con concentrados a base de afrechillos ó sales adicionando suplementos minerales y vitaminas; asimismo suministrar inyectables de vitamina A, B, D, y C a las vacas en producción, aparte de los concentrados que se brindan; realizar saca forzada de animales viejos y capones, para evitar muertes o la baja de peso, ocasionando ello pérdida económica del productor.
Como se sabe, el Comité Multisectorial Encargado del Estudio del Fenómeno de El Niño (ENFEN) mantiene el estado de Vigilancia de El Niño Costero debido a que continúan las condiciones favorables para la ocurrencia de un evento El Niño costero a partir de mayo con magnitud entre débil y moderado, asociado a anomalías cálidas en las temperaturas, sin efectos en las precipitaciones debido a la estacionalidad.
En el transcurso del mes de abril, se espera que continúe la influencia de la onda Kelvin cálida, incrementando ligeramente sobre lo normal la temperatura superficial y nivel medio del mar, así como la profundidad de la termoclina, lo cual a su vez, podría producir anomalías positivas de la temperatura del aire, principalmente en la costa norte. Estas condiciones océano - atmosféricas favorecerían la continuación de algunos episodios de lluvias intensas en esta zona, así como en gran parte de la sierra peruana.
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