Reflexión sobre el legado de nuestro gran historiador Jorge Basadre.
En la Copa América de Chile jugamos bien pero no estamos en el podio del primero, aún así el entusiasmo nacional revive y ya nos vemos en Rusia 2018, con FIFA o sin ella, olvidando otrora improperios lanzados en el fragor de las derrotas contra los futbolistas nacionales. Así es en todo. Muchos votos por García, Fujimori, Toledo y Humala para luego, mismo Pedro, negarlos. “Dime para oponerme”, una realidad cruda y ruda del militante anti contaminando la política local.
Una izquierda vestida de colores, lista para ser furgón de cola del “imperialismo yanqui” y el “capitalismo cavernícola”, sumada institucionalmente a las banderas del arco iris favorable al matrimonio igualitario. ¿Dónde la independencia ideológica del colonialismo mental? ¿Dónde la negación de las ideas foráneas que someten a las culturas de los pueblos? Esa misma izquierda, menos light y delicada, más cruda y ruda en la serranía, con huaraca y palabreo ambiental falso, nos deja sin mayores inversiones, exponiéndonos a más pobreza y abandono.
Esforzados voceros del gobierno declaran a los medios que “hemos hecho una buena defensa” en el caso Chavín de Huantar. La sentencia de la CIDH abre una ventana para que el Ministerio Público reabra el caso para esclarecer la muerte del emerretista llamado “Tito”. ¿Después de 18 años habrá nuevas pruebas, indicios y testimonios diferentes a los de 70 rehenes y 140 comandos que no vieron nada entre balas, explosiones, humos y griteríos?
Mientras todo ello ocurre, surgen pequeños espacios recordando al ilustre Jorge Basadre, en su 35 aniversario fuera de este mundo lleno de avivatos.
“El Perú es más grande que sus problemas” les dice Basadre a quienes sienten como propia el alma nacional que ni evoluciona, ni crece, ni se enriquece de sabiduría, ni mira el primer mundo para ambicionar; y que por pequeñas pinceladas se anuncian tremendos lienzos para regocijo de las masas.
Entre entusiasmos futboleros, desazones gubernamentales, tristezas cotidianas; viejos amigos de colegio recuerdan a Basadre. Enrique Bonilla reproduce párrafos del historiador“señalando con dureza acontecimientos recientes que adquieren enorme vigencia”:
“… Al leer esto no faltará quien haga una mueca de sarcasmo, de amargura o de cólera, creyendo que se le habla de cosas manoseadas, vacías o cínicas. Porque la promesa de la vida peruana sentida con tanta sinceridad, con tanta fe y con tanta abnegación por próceres y tribunos, ha sido a menudo estafada o pisoteada por la obra coincidente de tres grandes enemigos de ella: los Podridos, los Congelados y los Incendiados”.
“Los podridos han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e instituciones al servicio exclusivo de sus medros, de sus granjerías, de sus instintos y sus apasionamientos. Los congelados se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nadie más existe. Los incendiados se han quemado sin iluminar, se agitan sin construir”.
“Los podridos han hecho y hacen todo lo posible para que este país sea una charca; loscongelados lo ven como un páramo; y los incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que surja una gigantesca fogata. Toda la clave del futuro está allí: que el Perú se escape del peligro de no ser una charca, de volverse un páramo o de convertirse en una fogata”.
“Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los peruanos.”
Por: Manuel Gago
06 – Jul – 2015
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