Gran desesperación viene atravesado la familia Buendía Herrera, por el estado de salud del último de los hermanos, Julio Buendia Herrera (20), quien el último 24 de diciembre a pocas horas de celebrar noche buena, sufrió un aparatoso accidente, que lo llevó al hospital con un traumatismo encéfalo craneano de gravedad.
El joven que proviene del centro poblado de Andaymarca, distrito de Colcabamba – Huancavelica, estudiante del Instituto Superior Pedagógico Público de Huancavelica, incluso ganador de Beca 18 por su alto rendimiento, había llegado a la ciudad de Huancayo para visitar y pasar la navidad con su hermano Luis (28) quien y se encontraba realizando instalaciones eléctricas en una obra de construcción civil.
Al promediar medio día, el joven decide ir en busca de su hermano mayor para apoyarlo a fin que termine su trabajo antes de la 5:00 pm y al querer pasar una herramienta da un paso en falso de un segundo piso y cae inesperadamente teniendo afectado la cabeza.
La familia que viene de una condición humilde y de extrema pobreza, inmediatamente lo trasladan al Hospital más cercano (Essalud) donde los médicos brindan los primeros auxilios, sin embargo por la gravedad del caso y el costo que acarrearía por ser un paciente particular, sugieren a los familiares trasladarlo a un hospital del MINSA al contar el joven con el seguro médico integral (SIS).
Siendo casi las 4:00 pm. es ingresado al Hospital Carrión, con hemorragia y convulsiones, pero los médicos de turno, no de daban la atención debida, indicando que ese momento no se encontraba un traumatólogo y que estaban tratando de localizar a uno, que se haga cargo del paciente. Así estuvo el joven, sin ninguna atención médica por más de 4 horas, con indicios de sufrir un paro cardiaco por la abundante pérdida de sangre por la cabeza.
Los familiares ante la desidia y poca sensibilidad de los profesionales de la salud, deciden sacarlo de dicho nosocomio a otra clínica, indican además, que nadie quería recibirlo por la falta de dinero o garantía económica que significa internarlo en una clínica particular. Ante las suplicas de los parientes, la Clínica Ortega recibe al infortunado joven y lo interviene de inmediato a través de uno de los traumatólogos con que cuenta.
Lejos de pasar una noche lleno de alegría y unión, la familia del joven tuvo que atravesar difíciles momentos y desesperación, por querer salvar la vida del benjamín de la casa. Hasta el día de hoy el joven se encuentra hospitalizado en cuidados intensivos con pronóstico reservado.
Luis, hermano mayor, pide un apoyo a las autoridades regionales y locales para que el SIS, asuma los gastos que generaron su atención en una clínica particular(Ortega), que bordea aproximadamente los 25,000 nuevos soles, monto que se va incrementado según va transcurriendo los días, lo cual no puede ser cubierto por los familiares porque son muy pobres.
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