Escribe: Pedro Morales Mansilla
El cinismo de ciertos personajes que han ejercido autoridad y de otros que ejercen en la actualidad y que el domingo 13/11/2016 desfilaron y aplaudieron el paso de las delegaciones por la Calle Real en el desfile de homenaje al Colegio “Santa Isabel”, me sugiere actualizar un artículo que escribí hace un año, referido a la historia reciente del colegio, para contribuir a que la verdad se abra paso y podamos identificar a quienes perpetraron, son cómplices o encubridores del vejamen que viene experimentando.
Nuestro emblemático Colegio “Santa Isabel” de Huancayo (SI) celebrará el 19 de noviembre su CLXIV aniversario de creación, viviendo una etapa que se acerca a 7 años de abusivo maltrato a su tradición y comunidad educativa, refugiada en provisionales locales para desarrollar sus actividades. Todo, “gracias” a la corrupción y mediocridad de autoridades de ese tiempo a cargo de los gobiernos nacional, regional de Junín y local de Huancayo.
El vejamen está consumado; así pretendan justificarlo con la “promesa” del nuevo local. No hay forma de resarcir a los estudiantes que culminaron y culminarán su etapa escolar en esas condiciones, ni de devolvernos la emoción y recuerdos que nos producía la tradición y el espíritu isabelino cuando visitábamos el local demolido a troche y moche por el “Consorcio Huancayo” en enero del 2013.
Sin embargo; como es natural, el 19 habrá regocijo y los ex alumnos exaltarán su gloriosa historia. Me sumo a ellos y expreso mi cordial saludo a todo lo que representa la trayectoria institucional y el sentimiento vigente: ¡“siempre la S…siempre la I…nadie le gana a la S…I”!
Pero esto, no me impide reflexionar acerca del “Caso SI” y el comportamiento de ciertos ex alumnos con representación política, que han y utilizan el problema traficándolo a favor de sus intereses y en el colmo, pretenden hacernos creer que habrá nuevo local en mérito a sus “luchas”. Aclaremos las cosas, para la historia.
Este, es otro “caso” de los producidos en nombre de la “inversión” y “atención a las necesidades de la población” por el gobierno aprista, al amparo de los cuestionados Decretos de Urgencia (DU) como el 004 del 2009 referido a Inversiones del Estado en Instituciones Emblemáticas. Fórmula habilidosa para procurar obras direccionadas a favorecer con inversiones millonarias del Estado a los compañeros y amigos “emprendedores” de la construcción, sin garantizar calidad y con trampa, como en éste que nos ocupa.
Precisando. La “idea” de reemplazar la infraestructura partió graciosamente del gobierno central, sin requerimiento alguno de la comunidad educativa, sin existir necesidad y menos urgencia. Hace trece años gestionamos la refacción integral de la infraestructura del Colegio: pisos, techos, pintura, vidrios, etc., lo que se cumplió en base a un expediente técnico elaborado por INFES, que además sustentó la inversión superior a los tres millones de soles -sus bases y columnas son “eternas” dijeron figurativamente- por lo que no se justifican el apuro, demolición total, ni la gran inversión cercana a 85 millones de soles habiendo empezado con 53. Con la décima parte se pudo culminar su estadio, que sí era necesaria.
No está demás hacer notar que a mediados de la década de los 90’ la Municipalidad de Huancayo, a través de su empresa SEDAM, realizó un cambio total de tuberías de servicios básicos (tecnología punta y garantía para 60 años), reparación de SS.HH., sistema de riego del estadio, entregó el expediente técnico para la culminación del estadio e instaló una electrobomba para garantizar el servicio de agua potable, así como culminó la construcción de un pabellón de aulas para la sección primaria. Todo, demuestra las buenas condiciones del local.
PROCESO DE DEMOLICION – HISTORIA.
Se inicia con sesgos en la designación de la empresa para la elaboración del expediente técnico, otorgamiento de la buena pro en el Proceso Especial 064-2012-ED/VE100 y adelanto de diez millones del MINEDU. Además, sospechosa “velocidad” en la demolición de la infraestructura y “fallas” en el Expediente Técnico, que generaron el pretexto para la paralización e incumplimiento del proceso constructivo por parte del “Consorcio Huancayo”, llevándonos a un arbitraje que no sabemos cómo marcha o en qué quedó, y hasta a una nueva licitación, ganada por el “Consorcio Santa Isabel II”, que por lo visto no culminará en el tiempo consignado en el cronograma de obra, ni con buena calidad y precio justo y no se “escapa” al carnaval de adicionales, que debe investigarse.
Para dar paso a la obra arrasaron con la moderna Piscina Olímpica construida en 1995 por la Municipalidad de Huancayo, con material de primera e implementada con un sistema de electrobombas y purificadores de tecnología de punta norteamericana, marca JACUSSI. Fue la primera o segunda a nivel nacional con medidas oficiales certificadas por las autoridades mundiales competentes para calificarla como Olímpica. Por tanto, se debe exigir, que se reponga otra infraestructura de natación de las mismas o mejores características y que el sistema de electrobombas y reciclaje que retiraron sirva para otra obra. ¡Dónde están!
La obra -en ejecución- ha motivado el síndrome “inspeccionitis” en el actual gobernador regional, que por figuretear pretende hacernos creer que la decisión y financiamiento para la “nueva” infraestructura se debe a su gestión, desconociendo que le corresponde al gobierno central (2010-2011). En todo caso, el GRJ viene a ser un simple administrador. Que la anterior autoridad nos diga: “peleé su presupuesto”, demuestra que tienen el mismo estilo y que creen que no conocemos el manejo del presupuesto nacional. Ambos solo utilizan el problema, para “marquetearse”.
Huancayo es “tierra de nadie”, las instituciones y mecanismos de control no funcionan. Raro, teniendo cinco Congresistas, ninguno –en el anterior y actual periodo- ha cumplido su función congresal (Art. 97 de la Constitución). Hay responsabilidades en el gobierno aprista, en el gobierno regional del “lápiz” por la sospechosa “entrega del terreno” para la demolición del local sin evaluar el expediente técnico, sin haber identificado al responsable y menos sancionarlo, y porque “gracias” al “nuevo proyecto” contrataron como asesor a un gerente renunciante para ser candidato a la alcaldía, financiándole indirectamente su campaña.
En concreto, la infraestructura del Colegio no debió demolerse, no necesitaba, su estado era bueno y para que eso y lo que estamos viendo haya sucedido, hay responsabilidad en el gobierno nacional aprista y nacionalista, en el gobierno regional que entregó el terreno y autorizó la demolición, en el gobierno regional que es incapaz de administrar la construcción “beneficiándose” con adicionales y contratos, y del gobierno local anterior que no supo representar al pueblo defendiendo el local y por no acondicionar las áreas de influencia del local provisional con oportunidad y sin necesidad de gestiones. Pero todos ellos -sin un mínimo de pudor- han hecho presencia, desfilando y/o aplaudiendo el domingo pasado. Identificarlos es fácil.
Bueno, yo también fui representante político en la Municipalidad y en el Congreso, lo que hice por el colegio, escrito y en obras está. Tengo la consciencia tranquila.
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