viernes, 29 de junio de 2018

Proyecto Haku Wiñay impacta en la economía y calidad de vida de familias de sierra y selva


Los hogares de las zonas rurales de la sierra y la selva usuarias del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai de Foncodes, están experimentando un impulso de optimismo para salir de la pobreza y extrema pobreza. Los logros e impactos se evidencian en la mejora de sus capacidades y actividades productivas y en el aumento de los pequeños negocios rurales que contribuyen al crecimiento de los ingresos familiares.

Un huerto de hortalizas a campo abierto o en fitotoldos, un aspersor que riega una parcela de cultivo optimizando el uso del agua, una cocina mejorada que permite eliminar el humo de la cocina y mejora la salud, un emprendimiento de crianza de cuyes o gallinas que garantiza ingresos autónomos sostenibles, son tecnologías productivas que se han incorporado a la vida cotidiana de más de 178 mil familias rurales.

Haku Wiñay es una iniciativa de Foncodes que se enmarca dentro de la Estrategia Nacional del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social-MIDIS orientada a la inclusión económica de los hogares en pobreza extrema mediante el desarrollo de capacidades productivas y de emprendimientos rurales.

El MIDIS a través de Foncodes transfiere a la población organizada en Núcleos Ejecutores fondos para que lo administre en forma racional y trasparente. Al final, rinden cuenta de ello en asambleas comunales.

Impactos que respaldan
Desde el año 2012 a la fecha, Foncodes con Haku Wiñay (en la sierra) y Noa Jayatai (en la selva) ha logrado desarrollar 1,534 proyectos productivos con una inversión de 743 millones 048 mil 589 soles.

El proyecto Haku Wiñay ha tenido un impacto positivo en la generación de ingresos autónomos de los hogares rurales en pobreza extrema. El rubro de ingreso por servicios, comercio, artesanías y otras actividades independientes no primarias se incrementó en 35 por ciento por efecto del programa, mientras que en el rubro de actividades agropecuarias independientes el incremento fue del 14 por ciento, reveló un estudio de evaluación realizado por el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE).

Durante los tres años de la implementación del proyecto a través de cuatro componentes, las familias tienen la asistencia técnica de los yachachiq (el que sabe y enseña), bajo la metodología de capacitación de campesino a campesino.

En el componente de fortalecimiento de los sistemas de producción familiar, más de 46 mil hogares rurales de la Sierra cuentan con sencillos sistemas de riego tecnificado por aspersión; más de 106 mil familias poseen huertos familiares a campo abierto y en fitotoldos.

Más de 79 mil familias de la sierra conducen parcelas de pastos cultivados asociados y vienen produciendo alfalfa, trébol y rye-grass destinados a la alimentación de ovinos y cuyes; y más de 87 mil están mejorando sus cultivos de granos y tubérculos.

Asimismo, más de 108 mil hogares producen y utilizan abonos orgánicos (compost, bocashi, humus de lombrices, biol) en sus parcelas de cultivos. También más de 77 mil cuentan con módulos de crianza de gallinas de postura y otras 67,000 tienen módulos de crianza de cuyes.

En el componente de mejora de la vivienda saludable, se proporciona materiales, capacitación y asistencia técnica para la instalación de cocinas mejoradas y otras acciones para hacer más saludable la vivienda rural. 

En más de 103 mil hogares de sierra y selva se han instalado cocinas mejoradas. Del mismo modo, más de 108 mil hogares tienen kits de agua segura para facilitar el consumo de agua hervida.

El componente de promoción de negocios rurales inclusivos, 37 mil familias han sido capacitadas para desarrollar más de 8 mil emprendimientos sobre producción, transformación y comercialización de bienes y servicios, de tipo agropecuario, artesanal, piscicultura y de servicios.

De otro lado, más de 77 mil usuarios han recibido capacitación financiera, de los cuales se han seleccionado y formado más de 1,100 como yachachiq financieros. Asimismo 46,898 usuarios ya acceden a los servicios financieros tales como depósitos, retiros, microcréditos y seguros; de ellos 19,600 han logrado abrir cuentas de ahorro.

La inversión del Estado en la zona rural a través de Haku Wiñay/Noa Jayatai, y las actividades productivas de los hogares usuarios, está dinamizando las economías locales, articulando la producción, el comercio y los servicios, y por ende generando oportunidades económicas en el mundo rural.

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