Combustible para volar

Hoy, la Policía antidrogas entregó, en Mazamari, el atestado sobre el escandaloso caso de tráfico de combustible para helicópteros de la Fuerza Armada en el VRAE, vendido para ser usado como insumo químico del narcotráfico.
Antes de la medianoche, el fiscal especial antidrogas, Edwin Rojas, entregará la acusación fiscal a un juez penal en Chanchamayo.
En pocos días, gracias a la difusión periodística del caso (primero aquí, en reporteros.pe, reproducido en Diario16, y luego a través de la continuación de la investigación del caso en La República), una importante acción fiscal y policial que corría el riesgo de diluirse y de no poder penetrar los hasta entonces obvios intentos de encubrimiento, ha sido dramáticamente aclarada, no solo por las investigaciones sino hasta por las primeras confesiones.
Los hasta ahora prófugos dueño y administradora del grifo ‘Moralitos’, donde se incautó el combustible Turbo han confesado que personal del Ejército les vendió el combustible en el cuartel de Satipo. Y sindicaron al suboficial Otmar Canales como el operador de esa transacción.
Canales, según ha podido saber IDL-R (reporteros.pe) no se encuentra ya en Satipo sino ha sido trasladado a Huancayo. Todo indica que, como principal inculpado, su testimonio será importante para identificar a las otras personas –incluyendo, claro está, su jerarquía– que participaron en el tráfico de combustible/insumos químicos.
Pero ahora puede surgir un nuevo y serio problema en la continuación del proceso investigativo: al entregar su acusación este fin de semana, el fiscal especializado Edwin Rojas dejará el caso. Este quedará a cargo de un juez en Chanchamayo, con las limitaciones inherentes a los medios limitados, la falta de especialización y los otros casos que atender. Ahí se corre el peligro de que el caso se estanque y eventualmente se difumine y pierda.

Haremos lo posible porque esto no suceda. Pero entre tanto, si el ministerio de Defensa quiere sentar una posición clara sobre el tema, bien haría en tomar la iniciativa para lograr una investigación a fondo y un completo esclarecimiento de este caso de robo de combustible militar para destinarlo al narcotráfico. La seriedad de su compromiso en el VRAE, donde ya ha muerto un número muy alto de miembros de la Fuerza Armada en la lucha contra Sendero Luminoso, lo exige así. Que unos entreguen la vida mientras otros roban no es solo moralmente repugnante sino absolutamente inaceptable.
fuente IDL Reporteros