sábado, 14 de mayo de 2011

Ejemplo que debe imitarse: Un colegio "fabrica" agua potable para otras escuelas



Se potabilizará en un laboratorio del Albert Thomas para las instituciones que todavía se abastecen de pozos


El agua envasada que el Consejo Escolar provee a las escuelas que aún se abastecen de pozos se producirá de ahora en más en el industrial Albert Thomas. La iniciativa representará un ahorro de 154.000 pesos al año, según indicó el presidente del cuerpo, Alberto Darhanpé.

Los equipos fueron provistos por el Consejo, al igual que los bidones de 12 litros y los dispenser, en tanto que los docentes y alumnos del área de Química del colegio se encargaron de montar el sistema de potabilización.

El sistema tiene una capacidad de producción mensual de 23.280 litros para abastecer a 7.896 alumnos de 24 establecimientos educativos.

Las escuelas que recibirán el agua potabilizada en el Albert Thomas están repartidas en las localidades de Los Hornos, Villa Elisa, Villa Elvira, Arana, Abasto, Altos de San Lorenzo, Poblet y Melchor Romero.
Ayer por la tarde, en el laboratorio de Química de la escuela técnica, los profesores María Susana Fernández y Walter San Martín explicaron cómo funcionará la planta. En un rincón del salón se colocará un gran tanque de acero inoxidable (hasta la víspera existía uno pequeño de prueba) con capacidad para almacenar 3.000 litros de agua de red. Antes de iniciarse el proceso de filtrado, se le realizará un análisis bacteriológico y químico "para tener la seguridad de que el líquido no contiene ninguna sustancia nociva", remarcaron.

Los bidones "serán lavados, por fuera y por dentro, en un habitáculo preparado a tal efecto". Luego los recipientes se colocarán sobre un panel para que dé comienzo el proceso de envasado.

"En rigor -dijo María Fernández- lo que se hace es un trabajo de filtrado de impurezas mediante procesos químicos que mejoran la calidad del producto".

"Sin ese proceso, el agua permanece en los bidones sin riesgo de ser bebida durante tres días; con la realización del trabajo de filtrado ese plazo se extiende a 15 días. Eso es lo recomendable, aunque depende mucho de las condiciones ambientales, sobre todo de la temperatura", aclaró San Martín.

Los docentes indicaron que se realizará un clorado "mínimo" del agua con el objeto de garantizar que no se produzca en los envases ningún tipo de crecimiento bacteriano.

El equipo permite verter en los bidones unos 40 litros de agua por hora, y tiene la posibilidad de ser activado en forma manual o automática.

APRENDER Y SERVIR
"Este es un trabajo de aprendizaje-servicio -se destacó- pues permitió a los alumnos participar en el diseño y desarrollo del proyecto y, de aquí en más, en su monitoreo permanente".

De hecho, el director de la escuela, Jorge Mattia, aclaró que "cada tanto se tomarán muestras y se realizarán análisis químicos y bacteriológicos aquí y también en el laboratorio de Microbiología Química e Industrial de la facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de La Plata".

"Esos laboratorios darán cumplimiento a los controles de acuerdo a las exigencias del Código Alimentario Argentino", destacó Darhanpé.
fuente eldia.com.ar

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