El referido funcionario afirmó que el suelo de esas zonas es arcilloso lo que no permite la filtración del agua, muy por el contrario sale al exterior produciendo aniegos y charcos que se incrementa según la intensidad de las precipitaciones pluviales.
“Estos dos sectores son los más críticos. Azapampa es una zona pantanosa y Auquimarca está en una hoyada, lamentablemente existe un gran número de personas que han construido sus casitas en esa zona”, aseveró Gómez.
La realidad es crítica, nos peguntamos quién permitió que personas humildes, sobretodo migrantes, construyan humildes edificaciones en puntos realmente críticos.
UNA REALIDAD LAMENTABLE QUE AÚN PERSISTIRÁ
Gran parte de Azapampa corresponde a zonas agrícolas; por tanto privadas, lo cual no permite que el ente municipal pueda intervenir directamente. “En Echadero uno y dos se han producido autoconstrucción de viviendas. No existe catastro, ni los lineamientos que exige la ley”, aseguró Gómez.
En Auquimarca el recambio de la realidad pasa por la organización de los vecinos que hasta el momento no se unen siendo único, y álgido, el problema.
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