En las difíciles circunstancias en las que crece nuestra ciudad, es difícil no sentir temor o inseguridad cuando nos desplazamos por ciertas calles o lugares; peor aún, a veces ha sucedido que en los lugares menos pensados para las acciones delictivas, muchos ciudadanos han sido víctimas de los malhechores.
Para hacer frente al avance de la criminalidad organizada, disimuladamente se dio lugar a la privatización de la seguridad ciudadana, a través de la creación de los ya conocido serenazgos en cada una de las principales municipalidades.
Con esta acción, el Estado se desentendió de una de sus principales funciones: garantizar la seguridad pública a lo largo y ancho del país; para lo cual, destina al año varios millones de soles al Ministerio del Interior (Mininter); sin embargo, nuestra realidad local demuestra que la Policía Nacional, como elemento fundamental del Mininter para combatir la delincuencia, ha fracasado estrepitosamente en su cometido.
Como suele suceder en este tipo de fracasos, son los ciudadanos de a pie los que tienen que asumir los costos de tamaño despropósito; como lo anuncia el alcalde de Huancayo, Dimas Aliaga Castro, quien dio a conocer que, a partir del primero de enero del próximo año, junto a otros paquetes, lanzará al mercado internacional la subasta del servicio de seguridad ciudadana de nuestra ciudad.
No tenemos otra alternativa, comenta el burgomaestre, el estudio presentado por la gestión del alcalde de Huancayo, Freddy Arana, para que el Gobierno Regional de Junín (GRJ) pueda financiar un sistema de Seguridad Ciudadana, con la dotación de cámaras de vigilancia, motocicletas, vehículos patrulleros y otros elementos importantes, ha sido desestimado por el ente regional, por serias observaciones al estudio, lamentó Dimas Aliaga. La iniciativa privada será la que asuma la responsabilidad de combatir la delincuencia con el uso de la tecnología, manifestó el alcalde huanca; asegurando que deberá comenzar por cambiar el color amarillo del alumbrado por el blanco.
Carlos Bolaños
Redacción
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