El Dictamen Pericial Internacional del proyecto Conga, cuyo texto íntegro ya está disponible en la web desde ayer, clarifica y derriba los "mitos" que los opositores políticos al proyecto crearon sobre los supuestos perjuicios que traería a Cajamarca.
Esta percepción fue comentada por el presidente de la Sociedad Nacional de Minería,Petróleo y Energía, Pedro Martínez.
"Entonces, es falso el mito ese de que el agua iba a desaparecer", dijo a la luz del dictamen pericial, el cual corrobora que las aguas de ríos y lagunas son abundantes en la época de las lluvias y casi desaparecen en el estiaje.
Uno de los mitos desechados, según Martínez, es sobre las aguas subterráneas. Se afirmaba que esas aguas proveían a las lagunas.
"Resulta que eso también es falso porque este informe pericial ha analizado y concluido que estos acuíferos no existen. Hay una percolación (filtración) muy lenta y, por lo tanto, no hay agua subterránea. El agua viene del cielo (a través de las lluvias)", refirió.
En ese sentido, el líder empresarial sugiere seguir lo que hicieron nuestros antepasados: acopiar agua en reservorios para tener agua todo el año.
"Y eso está contemplado en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) analizado por los peritos", dijo.
Martínez añade otro "mito" que los dirigentes cajamarquinos endilgaron a la población: Que las aguas de las lagunas eran aptas para la agricultura, los animales y hasta para el consumo humano.
El peritaje encontró que esas aguas muestran exceso de coliformes fecales humanos y de animales, y confirma que no son recomendables para la agricultura ni la ganadería y menos para el consumo humano. "Alrededor de esto se construyó una suerte de mitos, basicamente porque existía una agenda ideológica y política, que era la que estaba primando", dijo a Correo el líder empresarial.
ALCANZARÁ PARA TODOS. La difusión del texto completo del Dictamen Pericial (en el portal de la PCM) permite conocer que los peritos consideran que es correcta la propuesta de construir cuatro reservorios para el almacenamiento de agua para las época secas.
El documento asegura que los volúmenes de agua que serán almacenados en estos reservorios "garantizarán sobradamente la demanda de agua en épocas secas, como mínimo, en "los (niveles) actuales".
Se señala asimismo que tres de los cuatro reservorios serán exclusivamente para reponer los caudales afectados y un cuarto reservorio, el más grande todos (llamado superior) será compartido con la población. Este último pasará a ser de uso exclusivo de la población cuando cierre la mina.
Según el peritaje, los datos y métodos usados en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que se realizó son correctos y, pese a algunas deficiencias, menores.
En el resumen ejecutivo del informe también se establece que el reemplazo de las cuatro lagunas no arrastraría ningún inconveniente.
"La pérdida de cuatro lagunas y 103 hectáreas de bofedales, desde la óptima de la cantidad de aguas superficiales, disminuyen los caudales generados en el área del proyecto en proporción a la superficie restada, que es pequeña, por lo que su impacto es poco significativo, y ha sido considerado correctamente por el EIA. En modo alguna se pueden considerar como fuentes singulares de agua", se lee en el informe.
De igual modo, plantea evaluar técnica y económicamente alternativas de reubicación o desplazamiento de los desmontes del tajo Perol, para tratar de evitar que recubran a las lagunas Azul y Chica,
Adicionalmente y contra la prédica antiminera, el peritaje indica que las cabeceras de cuenca son el origen de las aguas en sentido geográfico, no en el de los caudales producidos en ellas.
"Los reservorios propuestos pueden mejorar la gestión del agua en las microcuencas, más allá de la mera reposición de caudales afectados", se precisa.
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