La nutricionista Milagros Agurto señaló que la nutrición tiene una base psicológica, que se inicia desde la lactancia materna de 0 a 36 meses. Agregó que la leche se debe dar de manera adecuada, cerrando el círculo con los brazos para darle la seguridad al menor. Mencionó que hay dos momentos importantes en la vida del niño: entre 0 a 36 meses hasta el año y medio, el menor disminuye las necesidades de comer.
Agurto consideró que si un niño sano no quiere comer, se tiene que cambiar el “plato aburrido” sin color porque el menor también percibe el placer del color y sabor, así como se le puede enseñar a conocer los colores, alimentos, entre otros.
Recomendó que se utilice los recetarios para preparar la comida diaria e incentivó a que las madres de cada región le den la comida que se produce en el lugar. Dijo que si no tuvieran recetarios, los pueden conseguir en el MINSA, en el Instituto Nacional de Salud o en Qali Warma, que cuenta con platillos deliciosos.
La psicoterapeuta Martha Leiva consideró que la alimentación debe estar vinculada con el placer, pero depende de la relación de la madre con el niño. Por ello se debe dar de lactar al bebé con tranquilidad para que el menor disfrute de la alimentación. Dijo que si el niño utiliza la comida para jugar o experimentar, la madre debe direccionar los alimentos con cariño e incentivando a que los coma.
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