foto Juan Guevara |
Los explosivos fueron detectados en el marco de las operaciones contraterroristas desarrolladas en esa zona del Valle del Urubamba, colindante con el Vraem el pasado 22 de junio en una zona próxima al kilómetro progresivo (KP150) en el sector del Centro Poblado Menor de Komesiato, en el distrito de Echarate, provincia de La Convención, Cusco.
En comunicado oficial el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) informó que las trampas explosivas, conocidas como “cazabobos”, fueron detectadas a la altura de la válvula 10005, en el tendido del tramo que se dirige desde la selva del Cusco hacia el valle del río Apurímac.
Los narcoterroristas habrían sembrado las trampas explosivas, para causar bajas en el personal militar y civil que con cierta continuidad realizan trabajos de mantenimiento del tendido del ducto del Camisea.
El comunicado igualmente señala que dicho operativo tuvo como finalidad evaluar los daños ocasionados en la zona de válvulas del eje energético durante la incursión terrorista de octubre del 2012 en el Gasoducto de Camisea.
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