Su sonrisa lo dice todo. Camila dejó su celda contenta y decidida como el día que se embarcó para defender el Ártico. Estuvo 64 días presa en Rusia por evitar un derrame de petróleo en una de las más frágiles regiones del planeta. Sus familiares y las más de 2 millones de personas que pedimos su liberación estamos aliviados pero sabemos que ella, Hernán y sus 28 compañeros sólo serán libres cuando les levanten los cargos por piratería y vandalismo organizado que tienen penas de hasta 22 años de prisión y puedan volver a casa.
“Quiero que los 30 estemos afuera, de vuelta en nuestros hogares y que el Ártico esté a salvo. Es todo”, dijo Camila el martes cuando le concedieron la libertad bajo fianza hasta que se decida si irá a juicio. Minutos antes había ocurrido lo mismo con Hernán que lloró emocionado mientras apretaba una foto de su hija. Junto con ellos obtuvieron la excarcelación 26 compañeros, tres esperan sus audiencias y el activista australiano Colin Russell quedó en prisión.No se sabe aún en qué condiciones serán excarcelados, pero sí que por el momento deberán permanecer en San Petersburgo.
“Ninguno de nuestros activistas será verdaderamente libre hasta que estén todos de vuelta en casa con sus familias", dijo el Director Ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo. Más de 2 millones de personas escribieron a las Embajadas rusas en sus países pidiendo justicia para estos 30 valientes hombres y mujeres. Las petroleras no lograron frenar ni silenciar este gran movimiento mundial. Ahora tenemos que demostrarles que no vamos a parar hasta que Camila, Hernán y todos sus compañeros sean definitivamente libres.
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