domingo, 2 de febrero de 2014

La verdad sobre el 5 de febrero 1975 39 Años Después



Como siempre los medios de comunicación silenciaron una vez más el 5 de febrero, 39 años del febrerazo y la gloriosa jornada de lucha de los trabajadores de Correo - Ojo y Expreso- Extra en uno de los más graves disturbios en la historia moderna del Perú, el paro policial y jornada de protesta contra el régimen militar de Velasco que desembocó en un generalizado saqueo en Lima y aún hay muchas cosas que aclarar.
Cómo no tener claro los luctuosos sucesos del 5 DE FEBRERO DE 1975 como si fuera ayer, sí fui testigo directo porque lo viví en el diario Correo, y se los entrego como testimonio personal. Ese día Lima y el Callao (y todos sus distritos) amanecieron sin protección policial y desguarnecida de canto a canto en su seguridad. Lima, era una ciudad sin Ley.
En la madrugada había comenzado la huelga policial (Guardia Civil, Guardia Republicana y Policía de Investigaciones del Perú), por los abusos (meses antes un General del Ejercito abofeteó a un policía, por no dejarlo estacionar en una zona rígida), bajos sueldos y una serie de reivindicaciones no atendidas por el gobierno revolucionario de las FF.AA. Elementos extraños a la policía, alientan el "paro" y el acuartelamiento de varios cientos de "tombos" en el local de Radio Patrulla de la Av. 28 de Julio del distrito de La Victoria (local que fuera tomado a sangre y fuego en la madrugada por el Ejército, con lamentables resultados y aún no esclarecidos).
Este letal golpe "madrugador" del Ejercito que debeló el mitin, enardeció los crespos a la "tombería", que comenzaron a movilizarse (vestidos de civil, para apoderarse de la situación e imponer su presencia en una ciudad sin protección, a merced de los agitadores) con grupos de jóvenes de sectores populares, trabajadores desempleados, delincuentes y universitarios desde las 10:00 de la mañana por diferentes calles y avenidas del centro de Lima, provocando disturbios, saqueos e incendios, pillajes y otras acciones de vandalismo (que fue creciendo en sus diferentes modalidades de violencia contra la propiedad pública y privada).
Un grupo muy fuerte dirigido por motociclistas armados con armas de fuego se dirigió al Centro Cívico e hicieron varios disparos destrozando las ventanas, intentaron ingresar a las oficinas para incendiarlo pero al escuchar los disparos de dos o tres francotiradores desde lo alto del edificio, la horda se dirigió por el Paseo de la República al diario La Crónica en la avenida Grau. Todo el operativo estaba sincronizado con motocicletas que daban las órdenes y transportaban a instigadores armados con pistolas y con patas de cabra rompían los candados de los negocios céntricos que encontraban en su camino, luego empezaban a sacar las mercancías y lanzarlas al centro de la calle y se dirigían a otro objetivo motivando a saquearlos.
En la Av. Wilson (hoy Garcilaso de la Vega) los pocos trabajadores de Correo y OJO que se encontraban en ese momento, con heroico arrojo nos enfrentamos a los policías vestidos de civil, a las turbas que atacaron a los dos soldados que resguardaban las instalaciones del diario Correo y permitir que los agitadores empujen las arretillas con gasolina en galones o bidones: para llegar a su "blanco" designado (este combustible sirvió para incendiar el moderno local del Centro Cívico, a media cuadra del diario Correo, que nunca llegó a funcionar y fue quemado antes de su inauguración). Se dice que por allí, rondó el ex congresista Barba Caballero.
Con el colega Ricardo Muller con pistola en mano, disparamos varios tiros por la ventana de la Sala de Redacción -con dos pistolas de calibre 22 con apenas 5 balas c/u, pistolas que Joaquín Arrieta "echa Muni" nos proporcionó- , para dispersar a los revoltosos que comenzaron atacar e incendiar el diario (estoy seguro que en "talleres" hubo algún infiltrado de "mierda" que se aprovechó de la situación para prender fuego y "joder" las máquinas, si no es así pregunto: ¿COMO ARDIO TALLERES, SI NINGUN EXTRAÑO, HABIA INGRESADO? ¿QUIEN "CARAJO" CORTO EL CIRCUITO DEL PATITO O MONTA CARGA, INUTILIZANDOLO PARA EL RESCATE DE LAS BOBINAS?
El feroz ataque de los vándalos contra el diario Correo, comenzó por la puerta de ingreso, Gerencia General (aquí rescatamos entre las llamas y el toxico humo blanco de los extinguidores a Daniel Bautista, un joven trabajador del concesionario), rompieron la puerta de la oficina de publicidad saquendo lo que encontraban. Posteriormente nos atacaron por la parte de atrás (Jacinto López). Advertidos de sus propósitos, los esperamos con fierros y palos para defender lo poco que quedaba, además el "chino" Laos muy envalentonado les dijo "Que más quieren carajo, si ya nos quemaron el diario". En la playa de estacionamiento, logramos resguardar "algo" que pudimos rescatar, junto con el "negro" Machuca, "el Pato" Zavala, Benavente, "el Mono" Sánchez, "el chino" Ruíz, Rivasplata, Alva, Guerrita, Coco Arana, "el judío" Azcarate y otros. En redacción los hermanos Higashi, Ricardo Muller, Perico Sifuentes, Lucho Podesta, Mendez, El "cholo" Orozco, el "Chivo" Castillo, Tito Betalleluz, Oscar Vargas Romero, Carlos Sánchez Fernández, algunos directivos como:Mauricio Barbis, Fernando Villalobos, Carlos García, Antonio Martínez y los gráficos como "Chicharrón", "el chino" Laos, Capristan, Loli, Martinez Mío, Flores y otros.
Tras varias horas de una ciudad sin ley, el Ejercito toma las calles de Lima por orden del Comandante de la Zona de Seguridad Regional del Centro, ante la ausencia de las órdenes del Gobierno Central, reprimiendo a sangre y fuego a los revoltosos y saqueadores. En la TV, dieron un “flash” procediéndose a leer un Comunicado Oficial, en el que se indicaba que agrupamientos militares estaban restableciendo el orden perturbado por facinerosos y elementos antirrevolucionarios. ¿Nos habíamos dado cuenta que los Comunicados Oficiales no los emitía “El Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada” sino “El Comando de la Zona de Seguridad Regional del Centro”?
Por otro lado, la TV se interrumpía con otros “flashes”, uno para decir que el Gobierno había nombrado un nuevo Director General de la Guardia Civil, el otro para anunciar un toque de queda, desde las ocho de la noche (al tercer día lo pasaron a las diez). Los comentaristas censuraban el proceder de los malos peruanos. En los noticieros, revelaron que había habido una huelga policial, pero responsabilizando de los desmanes a elementos agitadores.
Jaime Alberto Uribe Rocha

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