Bajo la máscara del Movadef intentó sabotear mitin en Huancayo
Comenzó el chongo, es lo que decían los transeúntes de la Plaza de la
Constitución, en pleno centro de Huancayo, frente a un conato que anunciaba sangre a punto de ser derramada. Ya hace un tiempo atrás, un no tan reducido grupo de activistas del Movadef, a vista y paciencia de la población y de la policía, hace apología, con alegorías y todo, a sus “caídos en batalla”, según ellos.
No faltan oradores bastantes frescos haciendo galas, repitiendo, con la exactitud de estudiantes aplicados, lo aprendido frente a desconcertados parroquianos que no distinguen si fueron ellos los que provocaron la muerte de más 30 mil personas entre los años ochenta y noventa o si es algún partido político anunciándose para las siguientes elecciones. Entienda que el desconocimiento y la desidia campean en todos lados. Ni enterados que esos jovencitos, con un smarthphone en la mano derecha y una pancarta con trazos de beligerancia en la mano izquierda, son la nueva generación violenta que se nos escapa del control nuevamente.
Mientras la candidata Keiko Fujimori ingresaba a Huancayo, vía Jauja, por avión desde Lima, para inaugurar su nuevo local y firmar una alianza electoral con el gobernador de Junín, Ángel Unchupaico, los remozados de Sendero Luminoso, de la mano con otros izquierdistas de Perú Libre, se despachaban a su regalado gusto, en las narices de medio mundo, como si ninguna deuda tuvieran con el país, como si no hubieran sido los autores de tantas muertes en la Universidad del Centro y el Valle del Mantaro. Así es la memoria humana: Tan frágil después de 20 años.
Los colectivos No a Keiko ya se organizan. Otra vez le enrostrarán culpas ajenas y alguna propia. Ya veremos. En plena plaza le dijeron de todo lo que usted ya se puede imaginar si sabe algo de política. Mismos mítines universitarios -porque los chicos del Movadef son de allí y hasta de los colegios-, en media luna alrededor de sus oradores, cada uno tan bien aleccionado como los otros, haciendo sus pininos, abogando por la patria socialista, bajo el amparo de la generosa y torpe democracia a la peruana que tan bien los cobija ahora. Ósea amigos, Abimael, ese viejito que se le confunde con Papa Noel, tenía razón. Está preso, pero sus ideas libres. Así que, advertidos están. Sendero Luminoso tendrá participación activa en las siguientes elecciones.
Enterados de los agravios que se vociferaban contra su lideresa, un grupo mayor de fujimoristas pretendió arrojarlos de la plaza. Que ingenuos. Los chicos de Abimael pusieron el pecho y los naranjas - con gorros, polos y banderolas para la ocasión aprovecharon el momento para hacerse selfies en medio de los gritos destemplados. Acto que ya debe inundar algunas redes sociales de los reunidos allí. El conato no llegó a mayores por la presencia de la policía; que si hubiera sido así, gorros y banderolas hubieran quedado regados en el piso luego de la estampida. Sendero nos vuelve a ganar la moral. Pecha a quien le da la gana. Los derechos humanos lo protegen. Se victimiza y entre abollados y rasguñados los culpables serían los fujimoristas porque así está escrito el libreto desde antes del 2000.
“Chapa tu muerto”, les gritaban, con enorme cinismo, los pulpines de la “cuarta espada del marxismo” a los fujimoristas. Los espectadores a punto de aplaudir semejante humor negro.
Por: Manuel Gago
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