El presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza (MCLCP), Federico Arnillas, señaló que se podrá cerrar las principales brechas sociales con los fondos del gravamen que pagarán las mineras al Estado.
“Hicimos un estimado de cuánto le cuesta a Perú cerrar las brechas principales y lo que estimamos es 3,200 millones de soles, si usáramos todos los recursos se podría cerrar la brecha en términos monetarios”, agregó.
Dijo que la brecha social no sólo se resuelve con esos 3,200 millones, sino con medidas orientadas a implementar o fortalecer la educación, salud pública y la formación de profesionales que se requieren en las zonas más pobres del país, entre otras medidas.
“Pero ya está planteado en la agenda pública, y lo que hay que hacer en los próximos años es orientar el gasto público para cerrar las brechas que tenemos”, indicó.
Arnillas explicó que para ello se necesita que los programas funcionen de manera estratégica, pues ninguno solucionará los problemas del país por sí solo.
En paralelo, el Estado debe ser eficiente en la implementación de los servicios básicos como agua, electricidad y comunicación telefónica, a fin de generar una plataforma de calidad de vida digna.
“Los programas sociales son complementarios, no son la clave, porque la clave está en garantizar derechos con servicios universales de educación de calidad, salud de calidad, que llegue a la población”, remarcó.
De otro lado, resaltó el compromiso del Ejecutivo de blindar los programas sociales ante cualquier tipo de crisis internacional, porque –dijo– habitualmente lo primero que se hace ante una turbulencia económica es reducir el gasto público.
Dijo que los desafíos del país en materia social no sólo competen al Gobierno Central, sino también a los gobiernos regionales y locales, así como a la ciudadanía y la sociedad civil.
Dijo que la brecha social no sólo se resuelve con esos 3,200 millones, sino con medidas orientadas a implementar o fortalecer la educación, salud pública y la formación de profesionales que se requieren en las zonas más pobres del país, entre otras medidas.
“Pero ya está planteado en la agenda pública, y lo que hay que hacer en los próximos años es orientar el gasto público para cerrar las brechas que tenemos”, indicó.
Arnillas explicó que para ello se necesita que los programas funcionen de manera estratégica, pues ninguno solucionará los problemas del país por sí solo.
En paralelo, el Estado debe ser eficiente en la implementación de los servicios básicos como agua, electricidad y comunicación telefónica, a fin de generar una plataforma de calidad de vida digna.
“Los programas sociales son complementarios, no son la clave, porque la clave está en garantizar derechos con servicios universales de educación de calidad, salud de calidad, que llegue a la población”, remarcó.
De otro lado, resaltó el compromiso del Ejecutivo de blindar los programas sociales ante cualquier tipo de crisis internacional, porque –dijo– habitualmente lo primero que se hace ante una turbulencia económica es reducir el gasto público.
Dijo que los desafíos del país en materia social no sólo competen al Gobierno Central, sino también a los gobiernos regionales y locales, así como a la ciudadanía y la sociedad civil.
(ECHA-Andina)
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