domingo, 11 de marzo de 2012

EL SENDERO DE MOVADEF



La caída del muro de Berlín en 1989 sepultó la ideología comunista cuya meta en el mundo entero era destruir el estado e instaurar la dictadura del proletariado. En este nuevo orden, la clase obrera controla los medios de producción, la distribución de la riqueza y los comisarios de cada cuadra vigilan las libertades individuales. Para alcanzar ese paraíso comunista había que desarrollar la lucha de clases y la guerra popular. Toneladas de panfletos circularon por todo el mundo para este fin. Manifiestos de buena voluntad e ideales utópicos encandilaron a jóvenes rebeldes, deseosos de cambiar lo poco que conocían de la vida. Rusia, China y Cuba son los ejemplos clásicos de este fracasado experimento. Los rusos gastaron millones difundiendo los éxitos de su revolución que fue un engaño bien montado que el mundo se lo creyó. La Unión Soviética ya no existe, es un grupo de países pobres de Asia, algunos desarrollándose con relativo éxito.

El Partido Comunista resultó ser una comunidad de comechados que vivieron de la ¿ingenuidad? rusa. Usaron sus fondos no para desarrollar un estado de obreros y campesinos, sino para vivir como burgueses. Algunos decidieron formar partido propio cuando hubo desencuentro entre ellos hasta por quítame esta paja. Así, hasta los ochenta abundaron los partidos marxistas. Sendero Luminoso avergonzó a los comunistas criollos porque dejaron el palabreo y se lanzaron a una guerra popular que tampoco tenía como objetivo reivindicar al campesino y al obrero. No hubo guerra popular. Hubo terrorismo que sirvió para mejorar la economía personal de una banda plagada de acomplejados, intelectuales frustrados, delincuentes asalariados y por allí algún romántico luchador social. Los caviares (o cívicos), avergonzados por su cobardía les dan su mano salvadora a los asesinos de Sendero Luminoso e intentan tratarlos no como una banda de delincuentes armados sino como insurgentes. Estos revolucionarios de cafetín disculpan a sus colegas ideológicos acusando constantemente a Fujimori y a las fuerzas del orden, porque fueron quienes derrotaron a los terroristas en alianza con la población organizada de las zonas pobres.

Organizaciones no gubernamentales (ongs) con intereses políticos muy claros se aprovechan de la ingenuidad de las fortunas y gobiernos extranjeros. Consiguen fondos y viven de la pobreza e injusticias que las magnifican con fotos, películas e informes que entregan a incautos patrocinadores internacionales. Estos dólares; además del narcotráfico, secuestros y extorsión; se estarán usando para crear la nueva imagen de Sendero Luminoso, reclutando y diciéndoles a inocentes jóvenes que el Movadef es la respuesta a los problemas del país.

Manuel A. Gago                                         

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