domingo, 11 de marzo de 2012

Nuevo jefe de Dicscamec es también toda ‘una joyita’


Luego de la expulsión del Coronel PNP (r) Carlos Aguirre de la Dirección General de Control de Servicios de Seguridad, Control de Armas, Munición y Explosivos de Uso Civil (Dicscamec), debido a la organización de fiestas en el local institucional, resulta que la persona elegida por el Ministro del Interior para sucederlo, el general EP Jorge Aquiles Carcovich, tiene peores credenciales que su antecesor: está relacionado con violaciones de derechos humanos y desapariciones forzadas, como el asesinato en 1983 de escolares de la comunidad de Raccaya, provincia de Víctor Fajardo, en Ayacucho.


La Resolución Ministerial Nº0179-2012 del 10 de marzo señala que Carcovich dejó la Dirección General de la Oficina Ejecutiva de Control de Drogas del Ministerio del Interior para asumir el cargo en la Dicscamec. También fue encargado de la Región Militar Oriente, en el 2011.


Se trata del mismo personaje que, precisamente durante las investigaciones sobre casos de desaparición forzada, asesinatos y torturas, en su calidad de Secretario del Comandante General del Ejército anunciaba que la información que se les exigía entregar no existía, pese a que la Fiscalía de la Nación denunció la posición del Ministerio de Defensa y los institutos armados de no proporcionar información oficial sobre las operaciones militares y sobre el personal de los cuarteles.


Umasi: Los hechos
En 1983, Carcovich, entonces mayor EP, fue destacado como encargado de la Base Contrasubversiva del distrito de Canaria, la más cercana a las comunidades campesinas de Umasi y Raccaya. El 16 de octubre de ese año, un grupo de senderistas ingresó a Raccaya y secuestró a 25 escolares del colegio secundario y algunos pobladores, con el fin de adoctrinarlos y adiestrarlos en el uso de armas. Tras ocho horas de caminata llegaron a la comunidad de Umasi, donde encerraron a los estudiantes en un pequeño colegio.


Un poblador de la comunidad avisó de estos hechos a los militares de la Base Canaria, que envió un destacamento a Umasi. Algunos terroristas huyeron al ver llegar a los soldados, otros lucharon y murieron en la confrontación. Los niños, que tenían entre 10 y 14 años, pensaron que por fin iban a ser rescatados. Pero los soldados ingresaron a la escuela, dispararon sobre los varones y se llevaron a las niñas a una casa del pueblo, donde, luego de ultrajarlas sexualmente, las asesinaron. Todos los cuerpos se depositaron en una fosa común, donde estuvieron enterrados 26 años.


La fosa fue reabierta para investigaciones en diciembre del 2009, mostrando al mundo el terrible contenido exhumado: pequeños huesos cubiertos con uniformes escolares.


En el distrito de Hualla se identificó a 58 personas detenidas y desaparecidas por soldados de la Base de Canaria, entre 1983 y 1984. La base se ubicaba en el estadio deportivo del mismo distrito, precisamente el mismo lugar donde se halló una fosa común que contenía los restos de los desaparecidos de Hualla.


Carcovich también estuvo involucrado en la detención del general Rodolfo Robles Espinoza en el penal del Cuartel Real Felipe del Callao, en 1996, luego de que este denunciara la existencia del grupo Colina.


Hasta el día de hoy el general no ha sido enjuiciado formalmente por su oscuro pasado. Tal vez por eso, cuando estuvo a cargo de la Secretaría de la Comandancia General del Ejército era él, precisamente, quien denegaba la información para las investigaciones.

OPINION
“En la Dicscamec necesitamos a una persona que no tenga ninguna tacha, ningún tipo de cuestionamiento”. Óscar Valdés, entonces Ministro del Interior, opinando luego del escándalo generado sobre el entonces director de la Dicscamec, Daniel Maurate, quien había dado información falsa sobre su historial académico. (15/09/2011, diario16).


El Dato:
 Según el Informe de la CVR, en la historia Republicana del Perú nunca hubo crímenes tan atroces como los ocurridos en Putis, Soccos y Umasi, justamente en los años en que el ahora general Carcovich dirigió la Base de Canaria. “La Zona II de la región Sur central es el espacio donde se concentra, junto con la Zona del río Pampas en Cangallo y Víctor Fajardo, la mayor cantidad de muertos de todo el ciclo de violencia en el país, sobre todo entre 1983 y 1985”, indica el informe.

 fuente Diario 16

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