jueves, 26 de julio de 2012

Madres del programa "Juntos" elaboran yogures caseros


Cuando hay imaginación siempre hay oportunidades para emprender y eso lo sabe muy bien Florencia Vera Quispealaya, usuaria del Programa JUNTOS del distrito de San Juan de Jarpa en Junín, quien ha encontrado en el yogurt casero que elabora, una fórmula para combatir la pobreza y brindar una mejor calidad de vida a su familia nutriéndolos mejor.

Los yogures caseros que fabrica con frutas naturales se han convertido en los favoritos de los escolares y de cuanta persona visita el Centro Poblado de Shicuy, donde vive junto a su esposo y sus dos hijos de 8 y 12 años.

“Las familias que estamos en el Programa JUNTOS sabemos que la ayuda que recibimos no será para siempre y por eso, hace dos años con mi esposo decidimos dedicarnos a algún negocio y como en mi zona se produce mucha leche, se nos ocurrió preparar yogurt y queso” comenta Florencia Vera.

Como todo emprendimiento, el comienzo fue difícil. “Un día ganábamos bien al otro perdíamos, pero nunca nos rendimos. Así, poco a poco, fuimos mejorando nuestro yogurt. Primero solo era natural, luego empezamos a probar con sabores incluyendo frutas de la zona como el tumbo, sauco y hasta con hierbas medicinales. Eso fue lo que más le gustó a la gente”, recuerda.

Hoy Florencia, madre del programa JUNTOS, adscrito al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, vende sus yogures saborizados en la Escuela 30088, en el Colegio Los Andes del Centro Poblado de Shicuy y semanalmente algunos comerciantes de Chupaca la visitan para comprarle sus productos y llevarlos a la venta en la ferias dominicales de las provincias de Chupaca y Jauja.

Florinda dice que en este negocio no está sola porque la ayuda su esposo, a quien considera un gran apoyo porque ambos madrugan al trabajo. “Recolectamos 20 litros de leche de mis vecinos, compramos el azúcar, el cultivo y fruta al gusto. Lo principal en la preparación es controlar la temperatura que debe estar a 85 grados centígrados para luego bajarla a 42º y conseguir una buena contextura”, recomienda.

“Cada vaso de yogurt lo vendemos a un sol y el envase grande a 4.00 nuevos soles, el costo de producción es de 30 soles y nuestras ganancias pueden ir entre 20 a 30 soles. “Con eso dinerito ya podemos comprarles sus ropitas o cualquier cosita que les falte a mis hijos en su escuela y también para la casa”, señala contenta.

“Estar en el Programa JUNTOS nos ha devuelto una esperanza a las familias porque en la gran mayoría de ellas se ha visto cambios. Tienen ganas de superarse, quieren que sus hijos sean profesionales y yo estoy segura que algún día mis yogures estarán vendiéndose en los más grandes mercados con el nombre de “Caserita”, señala optimista Florencia.

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