lunes, 20 de agosto de 2012

InspectorIa revela precariedad de PNP que lucha en Vraem


Este informe elaborado por inspectores de la Contraloría General de la República, tras haber visitado varias bases policiales del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), revela la precariedad de servicios elementales en alimentos, armamentos, vehículos, entre otras cosas.
La investigación realizada por la Contraloría General de la República pone al descubierto sobre la situación en que operan los policías destinados al Vraem, cocinas en mal estado, mientras en otras bases preparan sus alimentos a base de leña, el mal estado de los dormitorios, los techos con goteras y cubiertas con plásticos, mientras los baños en un estado nada recomendables.

Según reveló el programa televisivo Sin medias tintas, el estado de los vehículos también es desastroso, que en muchos casos, hasta los repuestos son donados por algunos transportistas.

Pero también hay casos puntuales, como la situación de la comisaría de Sivia (Ayacucho) que no cuenta con servicios higiénicos, mientras la base policial del distrito de Kimbiri (Cusco) funciona en un local de una fábrica de gaseosas, vulnerable a cualquier ataque terrorista y con los servicios
higiénicos inservibles.

Camarotes en pésimo estado, mientras que los techos de calamina son reforzados con plásticos, debido a la presencia de muchos agujeros.


Pero también el informe de Contraloría señala que "cuentan con armas con una antigüedad que fluctúa entre los 25 y los 37 años, que sobrepasan su vida útil y balística y por el uso constante y la humedad en zona de selva han sufrido desgaste en sus mecanismos y deterioro por oxidación. Su operatividad es limitada y no ofrece la seguridad necesaria para enfrentar a un enemigo bien equipado y con armamento de gran potencia de fuego".

En tanto, algunos especialistas señalan que las armas HK-G3 aun provienen de la Segunda Guerra Mundial, mientras que las AKM de la guerra de Vietnam, cuyas municiones ya se fabrican en forma limitada, mientras en el informe se muestran varios fusiles carcomidos por el óxido y el tiempo.

Lo más preocupante, que nuestros policías destinados para combatir el terrorismo en el Vraem, ni siquiera pueden practicar haciendo disparos reales a falta de municiones. Es más, cada una de las bases visitadas por la Contraloría, no cuentan con equipos de comunicación, GPS, porque hasta los pocos binoculares se encuentran en mal estado y obsoletos.

Pero también se revela la situación de los policías de la comisaría de la ciudad de Huanta (segunda provincia más grande de la región Ayacucho), donde sus teléfonos de línea fija se encuentran fuera de servicio a falta de pago .


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