domingo, 6 de abril de 2014

La grandiosa sábila, una planta al alcance de todos para curar sus males



Todas las marcas de champú lo promocionan como el mejor aliado para el cabello dañado, exclusivas cremas lo venden a precios altos asegurando sus beneficios en la piel. Sin embargo, la sábila también es un aliado en la lucha contra otros males dentro del organismo.

Esta planta, emparentada con el lirio, contiene vitamina A, C, E y B1, B2, B3, B6 y B12. Además es rica en ácido fólico y en minerales que incluyen calcio, magnesio, zinc, cromo, selenio, potasio y manganeso.
Posee un alto contenido de aminoácidos y de ácidos grasos que son beneficiosos para el cuerpo humano.

Estos ácidos reducen las alergias y disminuyen los niveles de colesterol malo y por consecuencia son benignos para el sistema cardiovascular.

Al ser baja en colesterol, la sábila reduce la posibilidad de desarrollar tumores, previene cálculos renales, baja la presión arterial alta. Por contener bastantes antioxidantes, combate los radicales libres y aletarga el proceso de envejecimiento.

Si usted sufre de un resfriado, infección o fiebre, la sábila es una buena alternativa por contener sulfuro, ácido salicílico y fenol que sirven para combatir bacterias y otros microorganismos que generan infecciones.

LA PREPARACIÓN

Primero, se corta las hojas carnosas en dos mitades y se extraen los cristales (no usar la pared amarillenta que es amarga). Para hacer más agradable el contenido, se puede agregar el jugo de algún fruto y licuarlo hasta que la mezcla se homogenice. Se le puede colocar miel para endulzarlo.

Este jugo viscoso hay que tomarlo al momento porque se oxidará rápidamente al tener contacto con el aire. También se puede almacenar en un recipiente hermético en la nevera para evitar su oxidación. Así se puede conservar por una semana.

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