Cantidad de imágenes aéreas tomadas por Inteligencia de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) en un distrito de Madre de Dios y otro del Cusco revela que solo en esas zonas existen 141 campamentos de producción ilegal de oro y operan 335 lavaderos de ese mineral.
Las fotografías fueron captadas por el Centro de Inteligencia Aerotécnica (CINAT) de la FAP, desde una aeronave tipo C-26B que sobrevoló sobre los distritos de Madre de Dios, provincia de Manu, región Madre de Dios, y de Camanti, provincia de Quispicanchi, Cusco, a pedido de la Marina de Guerra del Perú, con la finalidad de conocer el impacto nocivo y arrasador que tiene sobre las áreas naturales de esa parte de la selva la minería no legal.
Entre el 10 y el 15 de enero pasado, la misión de los expertos de la FAP logró captar imágenes que contienen valiosa aunque preocupante información sobre la situación de tres zonas específicas dentro de los mencionados distritos: la ribera del río Puquire, Huaypetue y Quincemil.
Las tres zonas abarcan áreas de 116 km2, 235 km2 y 179 km2, respectivamente. Las dos primeras son jurisdicciones de Madre de Dios y la última de Cusco.
Los cuatro sobrevuelos realizados permitieron, además, detectar movimiento de 283 cargadores frontales, 348 excavadoras, 486 volquetes, 145 camionetas y, cosa sorprendente, 98 tanques de combustible.
Estos últimos alimentan permanentemente de gasolina, petróleo y diesel a toda la maquinaria señalada, la misma que no deja nunca de operar y de arrasar con las áreas verdes y contaminar los ríos.
La existencia de tamaña infraestructura revela un movimiento económico gigantesco, que no solo arrasa con los bosques, erosiona los suelos y envenena las aguas, sino que fortalece una economía paralela e ilegal que no tributa al fisco y más bien engrosa cuentas nacionales y extranjeras, y encima mantiene un sistema perverso de subempleo y hasta de explotación sexual.
diario16 ha obtenido algunas de las fotografías aludidas, así como un informe de Inteligencia de la Fuerza Aérea clasificado como “secreto”, que detalla toda una operación clandestina que parece no tener fin.
Y todo ese movimiento en apenas tres franjas, en tan solo tres zonas, que suman en total 530 kilómetros cuadrados.
PEDIDO DE LA MARINA
En enero pasado, la FAP entró a tallar en las investigaciones sobre la dinámica de la minería ilegal a pedido de la Marina de Guerra del Perú.
La Marina requiere esa información para sus incursiones en la lucha contra la explotación ilegal de oro.
No es la primera vez que lo hace. Esta institución castrense ha sido protagonista en esa parte de la selva con operativos que han permitido la destrucción de dragas, grupos electrógenos, motores, lanchas, tolvas, lanchas, así como la incautación de varios miles de galones de combustible de diverso tipo y octanaje.
Esta vez, por ello, le solicitó a la Marina información puntual y concreta de la ubicación de más campamentos y lavaderos de oro.
Las imágenes le han proporcionado a la institución armada la ubicación precisa de esas instalaciones. En cualquier momento la Marina debería iniciar un operativo destinado al combate de la actividad ilícita.
¿Qué fue lo que encontró, zona por zona, el Centro de Inteligencia Aerotécnica (CINAT)? La información está contenida en el Informe de Inteligencia de Imágenes Nº001-CINAT-2014, concluido en febrero último, que diario16 da a conocer ahora.
HALLAZGOS EN LA ZONA A
El 10 de enero salió el primer vuelo. La misión se dirigió hacia lo que denominaron la zona A, que abarca una extensión de 116 kilómetros cuadrados a lo largo de la ribera del río Puquire, en la jurisdicción del distrito de Madre de Dios.
El informe da cuenta de cinco fotografías. Este diario ha seleccionado dos, donde se aprecia campamentos con lavaderos de oro, tanques de combustible y, sobre todo, área deforestada en los alrededores.
En esta zona la FAP detectó 71 campamentos, 109 lavaderos de oro, 20 tanques de combustible, 79 cargadores frontales, 87 excavadoras, 115 volquetes y 45 camionetas.
El área deforestada tan solo en esta zona se calcula en 6 193 hectáreas.
EN LA ZONA B
Esta zona abarca un área de 235 kilómetros cuadrados y se encuentra en la zona conocida como Huaypetue, ubicada en el sur de Madre de Dios, en la frontera con Cusco.
Aquí se aprecia una actividad más intensa, en comparación con las otras dos. De hecho, las imágenes muestran que la deforestación es más pronunciada que en las zonas A y C.
Se observa también una mayor nitidez en la ubicación de cada uno de los componentes de la actividad ilegal.
Por ejemplo, las fotografías que mostramos de la zona B con sus respectivas ubicaciones geográficas permiten apreciar, en la primera, un gran tanque de combustible en una distancia cercana al campamento.
A pocos metros se observa un volquete y un cargador frontal. Los campamentos están techados con calaminas, coloreadas por los agentes de la FAP con amarillo para un mejor reconocimiento.
Y hacia el norte, más lejos, en color rojo, se ubica el lavadero del oro.
Lo sorprendente es que cada campamento está conectado con su respectivo lavadero por una carretera, sea afirmada o asfaltada. Esa es la infraestructura que es capaz de montar la minería ilegal.
La segunda imagen de esta zona permite apreciar un sistema más completo de vías, afirmadas y asfaltadas, que conectan el lavadero con el campamento.
Pero no solo vías de conexión con el campamento, sino también de comunicación hacia fuera del mismo.
Además, en la segunda fotografía se observa una mayor cantidad de cargadores frontales en plenas operaciones.
En otras fotografías no tan nítidas se ve la ubicación exacta de las nocivas dragas.
En total, la FAP detectó en esta zona 63 campamentos, 205 lavaderos de oro, 67 tanques de combustible, 195 cargadores frontales, 207 excavadoras, 329 volquetes y 87 camionetas.
¿Cuántas hectáreas de selva arrasadas? 11 337 hectáreas de árboles talados y vegetación eliminada.
LA ZONA C
Finalmente, la zona C, llamada Quincemil, que abarca una extensión de 179 kilómetros cuadrados ubicados en el distrito de Camanti, provincia de Quispicanchi, al noreste de Cusco, en la frontera con Madre de Dios.
Las imágenes de esta zona que hemos seleccionado nos indican una actividad incipiente pero intensa y amplia en cuanto al área que logra abarcar.
En la primera imagen no se observa campamentos, lo que da lugar a pensar que se trata de operaciones lejanas de los usuales centros de operaciones.
En la misma imagen se ve tres volquetes, distantes uno del otro, una gran excavadora y, en la parte superior o norte, una gran carretera asfaltada.
La segunda fotografía es la de un campamento sin carretera, pero sí con un gran lavadero, dos excavadoras, dos cargadores frontales y tres ambientes de un campamento grande.
Lo que los vuelos permitieron identificar en esta zona son siete campamentos, siete lavaderos de oro, 11 tanques de combustible, nueve cargadores frontales, 54 excavadoras, 42 volquetes y 13 camionetas.
Y, nuevamente, ¿cuántas hectáreas arrasadas tan solo en esta franja de terreno? 850 hectáreas de selva muerta, tierra árida y ninguna vida.
La gran mayoría de los vehículos pesados que hoy destruyen los suelos boscosos para extraer el oro que va a enriquecer a los barones de esta actividad ilegal ingresaron a las zonas por la Carretera Interoceánica del Sur. Triste paradoja, pues esta vía nacional fue construida para darle impulso al desarrollo del país.
Más de 18 300 hectáreas de árboles eliminadas de la faz de esas pequeñas áreas de nuestra selva, y el problema parece no tener freno. Como si el asunto del medio ambiente no fuera una de las prioridades reales.
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