martes, 20 de mayo de 2014

“En el Vraem se está viviendo lo que en el Huallaga en la década de los 80′s”

foto Juan Guevara
En el Vraem se está viviendo lo que en el Huallaga se vivió en la década de los 80, donde habían ‘narco aeropuertos’ cerca de las bases militares, y en donde policías, fiscales y jueces estaban comprados por el narcotráfico, todo eso actualmente existe en el Vraem y no podemos seguir observándolo desde el balcón”, manifestó el especialista en temas de narcotráfico y terrorismo, Rubén Vargas, en el programa radial “La noticia caliente” que dirige el periodista Amancio del Águila en Tingo María.

“El Vraem es una zona difícil en donde hay una serie de actores fácticos como el narcotráfico, terrorismo, los comités de autodefensa que se han involucrado con el narcotráfico, es decir, el 80% de la población del Vraem vive y gira en torno a la economía ilegal de la droga; y en ese contexto es un poco difícil entrar a erradicar y es difícil que se impongan programas de desarrollo cuando la economía está absolutamente narcotizada”, comentó.

Para Vargas esta situación no debe evitar la acción del Gobierno “pues la actual situación del Vraem es insostenible. Tiene que entrarse al Vraem por la zona norte del Ene, básicamente por la zona de Mazamari, en donde habrían de cuatro a cinco mil hectáreas, por ahí se podría comenzar y el Gobierno tiene que prestarle atención a esa zona”, señaló.

TERRORISMO DERROTADO
Con relación a la aparición de algunos volantes supuestamente firmados por el extinto grupo Sendero Luminoso y en los cuales se plantea a los campesinos que se opongan a la erradicación, Vargas afirmó que “ya no existe presencia terrorista articulada en el Alto Huallaga, particularmente en la zonas de Huánuco, San Martín y Ucayali”.

“Es posible que algunos personajes que colaboraban con Artemio estén utilizando algún modus operandi que utilizaban los terroristas, para su provecho propio, pero el grupo terrorista articulado como una organización que depende de un Comité Central, eso ya no existe”, sentenció.

Para el analista, la distribución de volantes tiene que ver con el anuncio que hizo el Gobierno de erradicar la hoja de coca ilegal en el Vraem.

“Como sabemos el Gobierno dijo que va a erradicar este año 16 mil hectáreas, y la semana pasada en el Vraem las organizaciones cocaleras organizaron un paro de 48 horas en defensa de la hoja de coca. Me da la impresión que quienes han estado distribuyendo esos panfletos lo que pretenderían es vender la idea que la defensa de la coca nuevamente se está convirtiendo en un tema de agenda nacional, no solo a nivel del Vraem sino de todas las cuencas incluyendo el Alto Huallaga”, argumentó.

“Por eso es que en ese comunicado, donde supuestamente aparece Sendero Luminoso ponen el tema de la defensa de la coca, al igual que está ocurriendo actualmente en el Vraem”, dijo.

ALTO HUALLAGA
“Actualmente, con la derrota de Artemio y el grupo terrorista, la Policía puede entrar a erradicar en cualquier punto del Huallaga sin ningún problema, al punto que el Monzón se ha convertido en una zona con un proceso de transición hacia la legalidad”, explicó.

Para Vargas Céspedes, en la medida que ya no existe el grupo terrorista Sendero Luminoso y en la medida que el narcotráfico en el Huallaga pareciera estar en retirada, el Frente Policial Huallaga tiene que preocuparse más por los problemas cotidianos de seguridad.

“Ya no existe el terrorismo, ya no existe Artemio, ya no existe Sendero Luminoso, entonces su principal preocupación tendría que ser primero, evitar que estas firmas de narcotraficantes vuelvan al Monzón y toda la margen izquierda del río Huallaga. Segundo, estar alertas a cualquier intento de reorganización terrorista; y tercero, llenar ese vacío que era la protección de facto que ejercía el grupo terrorista”, precisó.

Según el especialista, la Policía Nacional tiene que reencontrarse con esa población que estaba históricamente abandonada.

PARA NO OLVIDAR
Rubén Vargas hizo un recuento de la derrota de Sendero Luminoso: En 1992 fue capturado Abimael Guzmán, quien reconoció en su momento que se había presentado un grave problema de dirección en el Partido Comunista del Perú con su captura, pero que eso era un “recodo en el camino”.

Dos años más tarde, el líder de Sendero Luminoso propuso un acuerdo de paz al gobierno de Alberto Fujimori, lo cual produce una división al interior del grupo terrorista entre los llamados ”acuerdistas” y los de la línea “Proseguir” o “Sendero Rojo” que se ubicaron en el Vraem.

En el año 2000, Abimael Guzmán acepta su derrota militar, política e ideológica y propone la agenda llamada “Solución política a los problemas derivados de la guerra interna en el Perú”, aceptando que el Comité Central estaba en la cárcel y no hay forma que la “guerra popular” continúe.

En términos políticos y militares la facción política de Abimael Guzmán ya no existe. La facción llamada Comité Regional del Huallaga que dirigía el “camarada Artemio” quedó desarticulada con la captura de este personaje, liberándose el Huallaga de la presencia de este grupo terrorista.
Rubén Vargas

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