Los recientes huaycos en la carretera central avivan la discusión sobre qué hacer para evitar personas y mercaderías varadas.
El ministro de transportes, José Gallardo, ha calificado el hecho de “problema histórico” mientras que otras autoridades y vecinos se pronuncian a favor de un Túnel Trasandino y aeropuertos, creyendo que serían la solución más técnica y económica. Quienes promueven el túnel dicen que beneficiará a 13 millones de peruanos, es decir; a un 40% de la población, creyendo que ese número de personas viaja frecuentemente. Esta cifra, demasiado entusiasta, responde al parecer a la necesidad de darle viabilidad al proyecto que, según el ingeniero Hernán López, es absurdo e ilógico.
Lo cierto es que alrededor de 12 mil vehículos – 63% camiones de gran tonelaje y autobuses de pasajeros- sería la cantidad aproximada que transita por Yerbateros, el mayor terminal de transporte entre Lima, Huancayo y la zona central del país.
Construir el túnel implicaría además rehacer y mejorar la carretera central para evitar los embotellamientos antes y después de los portales de entrada y salida del túnel. Si no se hace eso, el Trasandino no tendría la utilidad esperada. Habría que ensanchar la pista en ciertos tramos desde Ricardo Palma, en Chosica, hasta Río Blanco, en San Mateo. Y si se hace esto, ¿para qué construir el Túnel?
Con túnel y con carretera mejorada seguro que se instalarían más rompemuelles para evitar los excesos de velocidad. Ósea, en tiempos de viaje ¿se avanza o no?
La solución al problema histórico es la construcción de otras carreteras de penetración. Según el ministro de transportes, una por el norte que tiene un avance del 77 %, desde Cerro de Pasco hasta Canta, para los que vienen de Huánuco y Cerro de Pasco y otra por el sur desde Chupaca hasta Cieneguilla, para Huancayo y Huancavelica. Así, el Túnel quedaría para Tarma, Chanchamayo y Satipo.
El Túnel -en estudio en el Ministerio de Transportes- parece prever una línea férrea para trenes con vagones con plataformas especiales para que, sobre las mismas, sean embarcados esos 12 mil vehículos diarios que se dice circulan por la carretera.
Se estima que el Túnel tendría 25 km. con una inversión de 2 mil millones de dólares. Los portales de entrada y salida entre Río Blanco (San Mateo) y Arapa (Yauli) serían recorridos en 20 minutos. Otras alternativas, de una o dos vías por carril, privilegian también una vía férrea. “El estado debe tener en cuenta un plan B respecto al Trasandino”, ha dicho José Bendezú, editor del diario Correo. El plan B no es otra cosa que otras carreteras de penetración de la costa a la sierra y selva central.
Para Hernán López, experto en infraestructura, “el Trasandino es de altísimo costo de inversión y demorará muchos años su construcción. El proyecto considera sólo para vía férrea, lo que motivará que autos, camiones y buses tendrían que ser colocados en las plataformas de los vagones, elevando los costos de transporte y riesgo para los pasajeros”.
Volar Lima-Jauja o viceversa no está al alcance de las mayorías y son las mayorías las que usan esos 12 mil vehículos diarios transitando por la carretera central. Si las políticas públicas favoreciesen a esas mayorías, Yerbateros seguiría siendo el terminal ideal para viajar el centro del país.
Por: Manuel Gago Medina
06 – Abril – 2015
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