miércoles, 13 de mayo de 2015

Periodismo y Libertad de Prensa en el Perú


En octubre del 2010, le decía a mi paisano Lucho Guerrero, que "Creo que la tarea primordial del periodismo moderno es la de informar, interpretar y guiar a la sociedad de la que es parte, pero nada más lejano de la realidad, ya que ello no es sino la superficie de una profunda y por demás compleja relación social en la que los medios de comunicación tienen el doble papel de ser unidades de producción y reproductores de la ideología imperante. 

Lamentablemente, esto se da en el Perú y en la cochinchina".
La verdadera función del periodismo es primordialmente política- o crematística, y es bueno decirlo no esconderlo-, pero es un hecho contundente:que no existen la objetividad ni mucho menos la imparcialidad periodística, por cuanto el periodismo es, por sobre todo, una forma de hacer política. Si no es así ¿Me pueden decir un solo medio que no cumpla este requisito? ¿Dónde esta la objetividad? ¿Juan Carlos Tafur trocó la espada por la pluma al denunciar la cachetada? Muchos colegas tienen sus propias conclusiones y como siempre, cada cual ve las cosas de acuerdo al tamaño de su nariz.
Veamos, aún el “medio más plural”, es dueño de una idea política y sirve a intereses más o menos identificables. Tenemos el caso del grupo El Comercio, Epensa, Grupo La República, La Razón, Frecuencia Latina, RPP y otros, donde el ejercicio periodístico ha mantenido de modo tenaz un diálogo permanente con el poder, un diálogo que ha dejado además de lado a la propia sociedad. La gran pregunta es: ¿cómo se forma la opinión pública o cómo se preserva la memoria histórica, si son especialmente los propios diarios la causa directa de la falta de tal estímulo y escaso desarrollo?
Los medios de comunicación son - como muchos-, la expresión deformada de una "realidad" representada. Espacios a priori en blanco, en ellos no se proyectan o ni se tocan las corrupciones, o abusos de poder, que se desarrollan en nuestra sociedad, y sobre todo ocultando lo que acontece, o de lo que se quiere provocar o legitimar en el Congreso de la República: una nueva amenaza contra el periodismo. ¿Siempre fue así o ahora los propietarios se han trastocado?
Es un hecho que desde los últimos 20 años las relaciones entre el poder y los propietarios de los medios de comunicación han sido "amores cremastísticos o políticos" y que el periodismo resultante se ha caracterizado por una ausencia de espíritu crítico, por un pobre análisis de fondo y por estar "maquillando" al gobierno o líderes de opinión y sólo de manera muy ocasional a la sociedad civil en su conjunto. Hasta la fecha, esto es evidente y no podemos cerrar los ojos.
Hoy en día en nuestra patria se ha olvidado que el periodismo debe ser útil a la nación en su conjunto, no al poder de turno; que debe estar vinculado con la sociedad y contribuir a formar opinión al tiempo que dota de mayor sentido a las grandes luchas sociales. La libertad de expresión en el Perú se ha abierto paso y lo sigue haciendo por las luchas de los propios periodistas no comprometidos con el poder.
El problema es que el papel represor que antes ejercía el Estado es ahora detentado por los dueños y directivos de los medios de comunicación. Son ellos los nuevos censores, por sus propios intereses económicos. La libertad de expresión está en sus manos y por tanto es la lucha de sus respectivos y muy particulares intereses en turno la que determina y orienta los destinos de nuestro futuro como nación. Sigo pensando, que Ulloa, Beltrán, Miro Quesada o Banchero utilizaban los mismos recursos
Es cierto que aún hay cierto nivel de libertad de expresión, donde el periodismo nacional independiente aún puede decir lo que quiere, pero se hace bajo amenaza o coacción. Una de las acciones de coacción es el chantaje de la publicidad, ya que informar con un criterio diferente a la política del gobierno se penaliza con no recibir las pautas publicitarias. Éstas representan los principales ingresos para los medios de comunicación independientes, a diferencia de la publicidad comercial, que es caprichosa, a corto plazo y no siempre cumplida.
Sobre la libertad de prensa, me parece importante la ardua lucha de los periodistas que no tiene relación con el poder, ya sea político, ideológico, económico o mediático. Ahí, tenemos el caso patético que desde el Congreso de la República se lucha a brazo partido para invadir, de una u otra forma la Libertad de Prensa. ¿Cuál verdad? ¿La tuya? ¿La mía? GUÁRDATELA!!!
Lic. Jaime Uribe Rocha

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