“El cuy es un alimento rico en proteínas y de alto valor biológico (21%), es muy baja en grasas (7%), y por tanto, también en colesterol a diferencia del pollo y las carnes rojas. Posee gran cantidad de colágeno, vitaminas y minerales”, señaló la especialista.
Por otro lado, señaló que gracias a su alto contenido de ácidos grasos, esta carne es muy beneficiosa para los niños menores de cinco años porque permite el crecimiento adecuado de las neuronas y de las membranas celulares para propiciar el desarrollo del cerebro. Además, destacó que por su bajo nivel de grasas, la carne de cuy es beneficiosa para las personas que sufren de obesidad.
“Esta carne ayuda a las personas que padecen de obesidad, dislipidemias o problemas al corazón, ya que su porcentaje de grasa es muy bajo”, indicó la doctora.
Finalmente, informó sobre distintas formas de preparación en las que se puede incluir la carne de este animal, ya sea en un guisos o en parrillas. Sin embargo, señaló que es necesario que no se consuma frito porque en este caso se perdería el valor nutricional de este alimento.
“La mejor forma de prepararla es como guiso, al horno o sancochado con poco aderezo, ya que consumirlo asado o a la parrilla disminuye el grado de absorción de sustancias positivas en un 20 o 30 por ciento, en cambio en frito se pierde hasta 60% de propiedades benéficas. Es una buena alternativa, en promedio debe consumirse una vez por semana o más veces si se padece de las enfermedades antes referidas”, agregó.
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